Aznar-Gadafi: La clave de una amistad
17/04/2011 - 18:44
La amistad, a diferencia del amor, pertenece a la esfera de la lógica afectiva, es decir, que mientras es posible amar a quien te lastima, a quien te desprecia o a quien te ignora, pues hay amores ciertamente locos, no es posible ser amigo de quien no lo es, de quien no se concierta con uno en los requisitos básicos de la correspondencia bilateral. Si Gadafi, por ejemplo, regaló un caballo, "El rayo del líder", a Aznar, y uno de sus hijos hizo buenas migas con su yerno, es natural que el presidente de honor del PP tenga una buena opinión de él, e incluso cierto aprecio amical. Por otra parte, la circunstancia de que ambos, Gadafi y Aznar, sean criaturas extravagantes, cual establecería la definición de "extravagancia" que ofrece el diccionario ("desarreglo en el pensar y obrar"), reforzaría la viabilidad de ese vínculo amable que nace, en buena medida, de las afinidades, pero ni el caballo, ni el yerno, ni la extravagancia alcanzarían a explicar del todo la cerrada defensa, basada en la reivindicación de la amistad ("es un amigo"), que el presidente de FAES ha hecho en una universidad americana del sátrapa libio que ha desencadenado una guerra civil mediante el procedimiento de bombardear a su pueblo.
Como diría Lotina en el vídeo trucado de "El Intermedio": No es fácil. No, no es fácil hallar la clave de ese sentimiento que Aznar expresa, encima, en tono de inquebrantable lealtad. A complicar la dilucidación del caso viene el también extravagante escenario donde lo hizo: junto a una espantosa salida de emergencia. No es fácil. Pero no imposible, y después de darle muchas vueltas, creo haber encontrado la explicación de ese afecto y de ese dar la cara por Gadafi cuando los demás "amigos" (y en ésto lleva razón Aznar) le han dado no ya la espalda, sino el mismísimo trasero. Agárrese, lector: Aznar no olvida que Gadafi prohibió en Libia la enseñanza del inglés. Como lo oyen.
¡Ah, si en todos los países del mundo, principalmente en estados Unidos, se hubiera imitado a Gadafi prohibiendo esa lengua endiablada que el pobre Aznar es absolutamente incapaz de aprender! Gadafi. Eso sí que era un amigo.