Azuqueca despliega su magnetismo festivo

¿Cómo se puede expresar la apoteosis? ¿Cómo se puede cuantificar la ilusión y la euforia desatada, pero respetuosa al máximo?

El alcalde, Miguel Óscar Aparicio, tenía su segundo gran compromiso desde que hace seis meses tomara el bastón de mando. El segundo dulce ‘marrón’, porque, como dice el refrán, “sarna con gusto no pica”. Este miércoles, Su Majestad la Reina inauguró en Azuqueca el curso 2024-2025. Hoy, él mismo presidía los festejos del pueblo que le vio nacer.

“Muchas gracias a la Federación de Peñas y a las peñas por hacer estas fiestas posibles. Gracias a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, Cruz Roja y a todas las personas que velan por nuestra seguridad”, se dirigía a los presentes, invitando a gritar con él “¡Viva Azuqueca! ¡Viva la Virgen de la Soledad!”.

Son sus primeras fiestas al frente de la ciudad. Desde el balcón del Ayuntamiento, acompañado por concejales, vecinos y las tradicionales peñas, el primer edil no ocultaba su entusiasmo por compartir este momento con dos figuras locales muy queridas, el grupo musical Volvoreta y el equipo femenino de la UD Azuqueca FS, que en la temporada pasada 2023/2024 lograron ascender a Segunda División Nacional después de proclamarse campeonas de Primera Autonómica. Ambos fueron distinguidos en el pleno municipal de Azuqueca por “llevar el nombre de Azuqueca a todos los rincones de nuestro país y ser un buen referente para nuestra juventud”. Ambos colectivos dirigieron emotivas palabras de agradecimiento. Nadie se quedó al margen de las alabanzas.

Llegaba el chupinazo, pero fue lo menos importante. Algún nombre debe tener el acto de apertura festiva de un gran municipio. Sí que fue importante la ceremonia de la hermandad, el buen rollo, la lluvia de sidra compartida, las bengalas y serpentinas. Pero sí, sí que sonó el cohete y, después, hubo fuegos artificiales. Sonó Highway to Hell, de AC/DC, himno con el que más de un edil, primero, segundo y tercero, se siente identificado. Y la fiesta comenzó. Las 25 peñas públicas, y otras privadas, cantaban el himno de Azuqueca. Nadie se quedó al margen.

Después del pregón, ya más relajado, el primer edil comentaba a la prensa sus sensaciones. "Es espectacular ver a la gente disfrutar, los fuegos artificiales y escuchar lo que cada persona dice", comentaba desde el balcón del Ayuntamiento. "Estas fiestas son para que unos se acerquen a otros, se diviertan, y que todos los visitantes se sientan como si fueran de aquí", añadía con gran entusiasmo, mientras varias personas esperaban su turno para abrazarlo.