Azuqueca y el tren
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Durante siglos, Azuqueca fue una pequeña villa de no más de 300 habitantes que vivía de la agricultura que le proporcionaba la Vega del Henares y del paso de caminantes.
Ayer, la localidad celebraba con un acto institucional la llegada del primer tren a su emblemática estación hace 150 años. Sería la situación geográfica estratégica de esta localidad, entre dos ciudades tan importantes como Madrid y Barcelona, lo que motivó que con la llegada del siglo XX se convirtiera en lugar de importantes vías de comunicación. Esa peculiaridad hizo que su desarrollo fuera íntimamente ligado al ferrocarril, una unión que a día de hoy se mantiene y que se ve reflejada en los cerca de 10.000 viajeros que cada día utilizan el Cercanías. Sin embargo, no es hasta los años sesenta cuando el desarrollo industrial del entorno de Madrid, surgido por el Plan Nacional de Estabilización Económica, transforma completamente la localidad atrayendo mucha población del campo para trabajar en la industria. Dejó entonces de ser una pequeña villa agraria y se convirtió en una ciudad industrial y de servicios en pleno crecimiento. Comenzó instalándose alguna pequeña fábrica hasta que se ubicó en los terrenos entre la carretera N-II y las vías del ferrocarril, en la salida de la localidad, una gran fábrica cristalera de la compañía Vicasa. Las vías ferroviarias han sustentado durante décadas el paso de numerosos trenes de mercancías, algunos de largo recorrido y, sobre todo, la línea C-2 de Cercanías Madrid, la cual tiene parada habitual en la estación de la localidad. Pero la relación entre este municipio y el tren se ha ido reforzando durante décadas contando, además, con un puerto seco ferroviario que da servicio a las distintas industrias del centro de la península. El pasado, presente y futuro de Azuqueca pasa por su relación con el tren, una conjunción que ha servido de pilar para el desarrollo de la industria y la actividad logística así como para fomentar la fijación de población. Sin duda, aquel primer viaje del 2 de junio de 1859 cambió el rumbo de la historia azudense.