Balance positivo de la JMJ

22/08/2011 - 00:00 Redacción

Cuando aún resuenan los ecos de la Jornada Mundial de la Juventud, llega el momento de hacer balance. Más allá de las polémicas actuaciones policiales y de las manifestaciones laicas que venían a enturbiar la visita de Benedicto XVI, el  resultado final de las JMJ no podía ser más positivo. No sólo por el empuje que supone, para la continuidad de la Iglesia, reunir a más de un millón de jovenes movilizados desde todo el mundo por la fe cristiana sino por que se ha venido a demostrar que Madrid es capad de organizar, sin ningún tipo de incidente, un gran evento y que por tanto, está más que capacitada para albergar unos Juegos Olímpicos. Pero esos dos aspectos no son las únicas conclusiones positivas que se pueden sacar de los cinco días de convivencia que los jóvenes de los todos los continentes han pasado con el objetivo de poder ver al Papa.  Además se ha puesto de manifiesto la hospitalidad española, con numerosas familias y parroquias que se han encargado de acoger a los miles de peregrinos, cerca de dos millares en el caso de nuestra provincia, así como el civismo de una juventud a la que habitualmente se le atribuye, de forma genérica, todo tipo de actitudes vandálicos. Pero más allá de los aspectos místicos se encuentran los terrenales. Y es que la visita del Papa a nuestro país ha supuesto un importante impulso económico para dos sectores: el del comercio y el de la hostelería. Ya se habla de que se habrían creado 3.000 empleos directos y 7.000 indirectos durante estos días y que el impacto económico de la visita papal podría alcanzar los 160 millones de euros. Guadalajara, no iba a ser una excepción y aunque la repercusión ha sido a una escala ínfima en comparación con lo que ha supuesto para la economía madrileña, lo cierto es que en un escaso mes de agosto, en cuanto a actividad económica, los peregrinos han venido a multiplicar los ingresos del pequeño empresariado. Sin obviar las críticas, desde luego el balance no podía ser más positivo.