Baño de estrellas

26/07/2022 - 14:14 Antonio Yagüe

Peralejos de las Truchas, Orea, Poveda, Megina, Peñalén… y, ya en Teruel, Bronchales y Orihuela del Tremedal cumplen con creces el objetivo de los astroturistas urbanitas.

El Alto Tajo comienza a brillar en el turismo astronómico. Su limpio cielo nocturno y unos paisajes protegidos excepcionales, certificados por la fundación internacional Starlight, relucen en el mapa y las agendas de veraneantes y viajeros en busca de experiencias estelares. A veces se compaginan con marchas senderistas, interpretación del cielo, observación con prismáticos y telescopios, música, y catas de vino o cerveza. 

Peralejos de las Truchas, Orea, Poveda, Megina, Peñalén… y, ya en Teruel, Bronchales y Orihuela del Tremedal cumplen con creces el objetivo de los astroturistas urbanitas, lejos de la contaminación por tanta luz y la polución:  perderse en un mar de estrellas, vivir y sentir la naturaleza de una forma única, y percibir lo pequeños que somos ante el Universo.

Cuentan que estas vivencias enganchan tanto o más que los espectaculares atardeceres. El regalo del Sol escondiéndose hacia el ocaso con colores de película, se repite en noches de Luna llena cuando se retira tras echarle un pulso de luces y sombras al astro rey que asoma por el este.

La comarca acogerá cinco de las catorce observaciones patrocinadas en la provincia por Castilla-La Mancha, empezando por Peralejos y Escalera (29 y 30 de julio), siguiendo por el simpar castillo de Zafra el 18 de Agosto y culminando en Fuentelsaz y Aragoncillo (27 y 28 de agosto). Las últimas tienen el pero, para los puristas, de las chillonas luces rojas o blancas en la lejanía o no tanto de los molinillos o aerogeneradores, que tanta prosperidad han traído a los pueblos.

Los más modernos y marchosos se quedan con la movida de Perajelos. Las actividades de observación del cielo se acompañarán de un concierto acústico con temas estelares, talleres infantiles, mitología… Y una degustación con tapa de “Ballucas”, cervezas artesanas made in la entrañable Judith Iturbe de Milmarcos. Se han hecho imprescindibles en toda fiesta o brindis que se precie.