Barómetros
En las remesas de los Presupuestos Generales a las autonomías enseguida asoma, como pata de burro por el arbullón de la puerta, la doctrina independentista de los socios del norte y del noreste. También se cuela el ideario más sanchista y panzista de otros.
Los viejos maestros del Periodismo recomendaban a los enviados especiales a un pueblo visitar el cementerio para calibrar sin engaños su población, historia y prosperidad. Para descubrir la ideología de un gobierno proponían echar un vistazo a su Código Penal y a los Presupuestos del Estado. Son barómetros o herramientas infalibles en cualquier época y país del mundo, desde la España de Franco (pena de muerte, autarquía, etc.) a nuestros días (sin delitos de sedición y malversación, impuestos a bancos ...)
En las remesas de los Presupuestos Generales a las autonomías enseguida asoma, como pata de burro por el arbullón de la puerta, la doctrina independentista de los socios del norte y del noreste. También se cuela el ideario más sanchista y panzista de otros.
Puede haber sorpresas hasta finales de año cuando el BOE los publique, en torno a los Inocentes, en el barullo de la llamada “ley escoba” o de “acompañamiento”. Y en otras normas chalanescas. Aparecerán cantidades con epígrafes increíbles negociadas en cenáculos y en el mismísimo Congreso de los Diputados transmutado en una especie de mercado persa.
Las cuentas muestran, según el Gobierno, un gasto social sin precedentes y un ejercicio de justicia social y eficiencia económica. Para la oposición, han primado cesiones y concesiones desvergonzadas a compinches que defienden a capa y espada sus privilegios territoriales. Serán, sostienen, unos presupuestos para destruir España. Un socio ratasuno se ha jactado de que, paradójicamente, sin su apoyo “no habría un Gobierno de progreso”.
Al menos 600 millones de euros tienen como destino Castilla-La Mancha para inversiones diversas. Un millón irá asignado al “equipamiento y decoración” del Parador de nunca acabar de Molina de Aragón. Se quiere que esté listo ante la campaña electoral del 28 de mayo. Dicen que la Junta ha gastado 15.000 euros en magníficos abanicos para concienciar sobre la igualdad de género. De paso, pueden ser estupendos ante posibles sofocos tras las urnas. Previsores que son en Toledo.