Betancourt, Premio Príncipe de Asturias

. El jefe del Ejecutivo asturiano, Álvarez Areces, en su calidad de presidente del jurado, fue el encargado de leer el acta, en la que se destaca que Ingrid Betancourt “personifica a todos aquellos que en el mundo están privados de libertad por la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la violencia terrorista, la corrupción y el narcotráfico”. La respuesta de Betancourt, a la sazón en Nueva York, fue bien expresiva: La ex rehén de las FARC aceptó con “inmensa emoción”, “mucho respeto” y “humildad” la concesión del galardón, en nombre de sus antiguos compañeros de cautiverio, vivos y muertos. Tras afirmar que no se merece “semejante distinción”, indicó que ve en “este maravilloso suceso un feliz presagio para quien sí la merece, mi amada Patria, Colombia, sedienta de Concordia y Paz”. De nuevo, estos Premios han encontrado a un destinatario adecuado.