Buenos y malos

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

ESCAÑO CERO
JULIA NAVARRO PERIODISTA
Hay quienes lo tienen clarísimo: en el conflicto de Oriente Medio los palestinos son los buenos y los judíos los malos. Pero la realidad no es tan simple, por más que la izquierda europea sea profundamente antijudía y apoye esta simplificación.
En mi opinión el conflicto de Oriente Medio no se acabará nunca por la fuera ni de las armas ni de las bombas de los unos o los otros. Israel puede bombardear cuanto quiera Gaza, pero no conseguirá lo sustancial, que es la paz. Como tampoco conseguirá ganar la batalla de la opinión pública horrorizada de ver como los ataques del Ejército de Israel están provocando cientos de muertos entre los civiles palestinos.

Y como la verdad es poliédrica, como en este asunto tiene muchas aristas, hay que decir que efectivamente los dirigentes de Hamas se ocultan entre la población civil y utilizan a los civiles como escudos humanos pero, siendo esto cierto, no se puede aceptar que Israel provoque cientos de muertos persiguiendo a Hamas. Conozco a israelitas que cuando se les hace este reproche preguntan: “¿Entonces qué debemos hacer, dejarnos matar para que Occidente esté contento?”. Y recuerdan que ha sido Hamas quien ha roto el fuego y cómo los líderes de Hamas han llamado al martirio y al sacrificio del pueblo palestino. Porque esa es otra, los fanáticos son fanáticos pero no tontos de manera que conocen bien los resortes emocionales de la opinión pública occidental y por tanto saben que por más que sean ellos los causantes de la ruptura de la tregua, una vez que Israel ataque, el mundo civilizado no puede soportar las imágenes de los civiles muertos. Por cierto que esa misma opinión pública occidental cierra los ojos cuando los civiles muertos son israelíes caídos por las bombas palestinas. Ahí los intelectuales de izquierda europeos miran hacia otro lado, o no saben, no contestan. La única salida al problema es la creación urgente de un Estado Palestino, algo en lo que todo el mundo parece estar de acuerdo excepto buena parte de los dirigentes palestinos que llevan décadas apostando por la destrucción absoluta de Israel, y mientras eso sucede se niegan a tener un Estado propio. Porque la historia hay que contarla tal como es, la realidad es que el pueblo palestino no ha tenido suerte con sus dirigentes. Y es que si se escucha el “programa” de Hamas, dan ganas de salir corriendo. Son unos fanáticos que quieren que su pueblo viva como en el siglo VIII, y que no luchan porque Palestina sea un Estado, sino por la destrucción absoluta de Israel. De manera que para Hamas la política y la diplomacia están de más. El drama del pueblo palestino ya digo que es que sus dirigentes se hayan empeñado en la negación del Estado de Israel dedicando todas sus energías a destruirlo, antes que a construir un Estado propio. Rechazaron tenerlo en 1948 y no han dado ningún paso en esa dirección. Tampoco entiendo porque las potencias occidentales con Estados Unidos en cabeza no toman una decisión de una vez por todas de sentar a Israel y a los palestinos y decirles que se va a crear un Estado palestino con unas fronteras definidas que sean una garantía de seguridad para los unos y los otros. Ni los palestinos van a conseguir jamás la destrucción de Israel, de manera que el sacrificio a los que les someten sus dirigentes es inútil, ni Israel va a ganar jamás la guerra a los palestinos. Es verdad que un Estado tiene derecho a su seguridad, que no es admisible que les estén lanzando bombas a diario, causen o no víctimas, pero Israel pierde toda la razón al responder de manera brutal y desproporcionada a los ataques de Hamas.