Cada cosa en su sitio

03/08/2012 - 17:28 Redacción

En un momento en el que una de las grandes debilidades del Estado ha sido la que generar un modelo autonómico inasumible, parece de toda lógica que las competencias que en un momento se distribuyeron por las distintas administraciones territoriales vuelvan a su situación original, es decir a la administración central. Sin embargo, las prebendas de algunas comunidades como Cataluña y el País Vasco hacen que ese planteamiento expresado en público por pocos presidentes regionales, (Esperanza Aguirre ha sido de las pocas que abiertamente ha hablado de la transferencia de competencias de las comunidades al Estado) se consideré aún algo lejano. A pesar de ello en el momento que nos toca vivir no es descabellado apostar por la unidad de servicios. Ya el propio Ejecutivo de Rajoy ha dado algunos pasos adelante en este sentido como el anuncio de centralizar las compras en aspectos como el sanitario. Y es precisamente en ese ámbito en el que Castilla-La Mancha ha empezado a dar los primeros pasos de colaboración interautonómica que bien pudiera ser el preludio de una cesión de competencias para el futuro. Pero eso, lejos de perjudicar al ciudadano, puede tener el efecto contrario. Tiene lógica que se alcancen acuerdos de atención para pacientes de Guadalajara con comunidades cercanas como Aragón o Madrid. Ya se ha conseguido con Valencia, y el siguiente paso, según anunció el viernes la diputada regional, María José Agudo, va en esa dirección. Eso supondría conseguir la atención sanitaria en el lugar más cercano a la residencia, con lo importante que eso es para provincias como la nuestra. La atención centralizada no significaría una pérdida de derechos, sino una optimización de recursos y si quieren ir un poco más allá, incluso la desaparición de ciertas desigualdades que se sufren dependiendo en la comunidad en la que se vive.