Cajas en busca de dinero

Las cajas de ahorros apenas tienen ya acceso al capital y las nuevas normas del sector van a exigir más capital y de más calidad. Por eso se habla de nacionalizarlas o de privatizarlas, para que entre dinero fresco. De paso que se acomete este gran reto, la recapitalización, el Banco de España tiene intención de convertir las cajas en bancos y de apartar las autonomías de su control. Por las buenas o por las malas, decreto en mano si hace falta. Ése y no otro es el embarrado campo de juego y en él será preciso jugar. Lo que está en juego es la recapitalización de las cajas, algo que parece difícil hacer sin cambiar su naturaleza jurídica. En algún escenario, que puede estar escrito, políticos, sindicalistas e impositores quedarían fuera de los consejos y el Banco de España asumiría la tutela total. Para sortear los blindajes autonómicos, el gobernador podría aumentar los requisitos de capital y acelerar los plazos para alcanzarlos. Si el presidente Zapatero le da luz verde, Mafo sabe bien cómo hacerlo, porque lo tiene más que estudiado. De entrada, le avala el hecho de que el mero reconocimiento del problema financiero de las cajas ha devuelto cierto ánimo a los mercados, ya que la Bolsa subió y la prima de riesgo bajó tras los anuncios de recapitalización. Aún así, faltan explicaciones y, sobre todo, detallar las medidas con transparencia y no solo mediante filtraciones. ¿Quiénes saldrán ganando? De entrada, la banca, que eliminará la dura competencia de las cajas y que, al fin, podrá comprar entidades de ahorro, después de estar media vida quejándose de los agravios fiscales y de que las cajas sí pueden comprar bancos y no al revés. Pero la nómina de beneficiarios es más amplia y comprende los mercados financieros, que habrán conseguido otra de sus exigencias a Zapatero; el Banco de España, que ganará poder frente a las autonomías, e incluso una caja, La Caixa, que también será un banco pero no tanto por necesidad como por defender mejor los intereses catalanes.