Carnavales capitalinos
En resumen, éxito de los carnavales y del modelo o idea de fiestas en nuestra capital, que funciona y debe potenciarse gobierne quien gobierne en un futuro. Felicidades, ahora, a Alberto y a la inagotable Sara, nuestra concejala de Festejos.
La Quema de la Sardina el Miércoles de Ceniza puso punto y final a unos divertidos carnavales tanto en la capital como en la provincia donde son muchos los personajes queridos que salen en estos días. Todos ellos-o la mayoría- desfilaron en la capital, organizados por el Grupo Mascarones, el sábado, 11 de febrero, dando el pistoletazo de salida a una celebración casi una semana más larga de lo habitual.
Después del éxito navideño y del acertado cambio de escenarios en ferias, llega el turno a la tercera gran fiesta popular del año. El objetivo es la diversión de los vecinos, llevar la actividad, la animación, a las calles en días todavía de invierno, con enmascarados propios de esta fría estación, poniendo en valor la riqueza de nuestro folklore y tradiciones, con el fin último de la dinamización de la economía local, el impulso del comercio, bares, restaurantes, establecimientos en general y eso se consigue si hay gente en la calle. Incentivar las fiestas, que comienzan con el Jueves Lardero y continúan con los disfraces, aunque suene a eso de “pan y circo” es beneficiar a los negocios locales, mejorar la convivencia, hacer algo atractivo para el turista como motivo añadido a la visita.
El domingo, como en otras ocasiones, tuvimos la oportunidad de formar parte del jurado del desfile infantil. El polideportivo San José, y antes el paseo Fernández Iparraguirre, se llenaron de padres acompañando a los pequeños disfrazados de manera original y en muchos casos muy elaborada. El ambiente era de alegría, fiesta, participación. Este año, también, han llegado más actividades a todos los barrios, democratizando así el ocio.
En resumen, éxito de los carnavales y del modelo o idea de fiestas en nuestra capital, que funciona y debe potenciarse gobierne quien gobierne en un futuro. Felicidades, ahora, a Alberto y a la inagotable Sara, nuestra concejala de Festejos.