Cascos o la reaznarización de la política

09/01/2011 - 00:00 Carlos Carnicero

Francisco Álvarez Cascos fue el sulfatador de Alianza Popular, ungido por José María Aznar para depurar un partido a la medida del presidente del cuaderno azul. Fue implacable con toda la vieja guardia de la época de Manuel Fraga. Fernando Suárez, Alfonso Osorio, Rodolfo Marín Villa forman parte de la memoria de aquella depuración en la que los intereses y el pedigrí personal fue sustituido por una joven guardia azul que llevó a José María Aznar a La Moncloa con los más duros y sórdidos procedimientos. Con muchos avatares en su vida personal y con una leyenda de que se retiró de la política activa para fortalecer su patrimonio desde su condición de ex ministro de Foento, el regreso de Francisco Álvarez Cascos a la cúspide del PP chocó con dos aristas: la hostilidad del PP asturiano al comprobar que quería poder caciquiles y personalísimos y la sospecha de Mariano Rajoy de que podría tratarse de una reactivación de la influencia de José María Aznar en el partido. Ahora mismo, el antiguo secretario general o general secretario que hizo la transición de Alianza Popular al Partido Popular, testea las posibilidades de una reconquista de la derecha dura española partiendo de las cumbres de Covadonga. Si se produce esa eclosión de un nuevo partido, se tratará de la primera fractura seria de la derecha española en toda la transición, en donde el PP homogeneizó todo el espectro a la derecha del PSOE con la implosión de UCD y el fracaso del CDS que intentó pilotar Adolfo Suárez en solitario. La reacción del PP asturiano ha sido del mismo voltaje que la salida de Cascos del partido. La candidata a la presidencia del Principado ha llegado a hablar de la salud mental de Álvarez Cascos, y su partido de su condición de sexagenario para descalificarle para la política en un universo, Asturias, donde los prejubilados ocupan una inmensa densidad de la población. En un momento en que la influencia de la política general del Gobierno de España resta en el PSOE asturiano, a pesar de su resistencia a ceder terreno en las encuestas, la división de la derecha en Asturias pone más fáciles las cosas al nuevo candidato del PSOE, Javier Fernández. Pero más allá de los resultados asturianos, la sombra de una fractura en el PP podría clarificar el futuro de este partido si su fracción de derecha más dura opta por incorporarse al proyecto de Álvarez Cascos.