Cebollistas y cebollos
En un macrosondeo sobre gastronomía el CIS nos ha resuelto dilemas que provocan una enorme división entre los españoles: ¿prefieren la tortilla de patata con o sin cebolla? ¿poco o muy hecha? Han ganado por goleada los cebollistas y por la mínima los amantes de la menos cuajada.
El Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de Tezanos y de todos los españoles, única consultora que clavó los resultados del 23-J, no ha parado este verano. En un macrosondeo sobre gastronomía nos ha resuelto dilemas que provocan una enorme división entre los españoles: ¿prefieren la tortilla de patata con o sin cebolla? ¿poco o muy hecha? Han ganado por goleada los cebollistas y por la mínima los amantes de la menos cuajada.
El ente público, con un despliegue inusual de encuestadores en campos y playas, ha confirmado las tópicas preferencias de la paella en Valencia y en la Península, el cocido en Madrid, el pan con tomate en Cataluña, el pulpo a feira en Galicia, la fabada en Asturias, el gazpacho en Andalucía o el bacalao al pil pil en el País Vasco.
Los entrevistadores también se lo curraron en Castilla-La Mancha: las reinas son las migas, el gazpacho y las gachas, todas manchegas, claro. Los vecinos aragoneses se han decantado por el ternasco, el cordero asado y las migas. En Castilla y León imperan el lechazo y el cordero asados y el cochinillo, y en La Rioja las patatas a la riojana. Todo refrendado.
En el Señorío estaría reñido, porque últimamente hay mucho moderno amante de fideuás y otros comistrajos foráneos. Los líderes serían el morteruelo o ajopuerco y el cabrito frito al montón con ajos. En mi pueblo, junto a las pobres migas de pastor con un torrendo a medio freír, antaño mandaban las humildes (putas) sopas de ajo, acompañadas a lo sumo de un huevo desparramado y a veces elaboradas con un guijarro. Una especialidad original y única.
Hace bien Tezanos en indagar sobre la pluralidad gastronómica y orillar esperpentos de futboleras y de la política de cantamañanas y cebollos en la Cámara de los pinganillos, cada día más baja y alejada de la ciudadanía.