Cercanías gratis, mismas frecuencias

06/08/2022 - 14:12 Redacción

 En fin, que bien recibida la medida, más aún si consigue atraer al transporte público a los que hasta ahora han optado por mover todos los días sus vehículos particulares.

Viajar gratis. Es el sueño de muchos. No pagar, al menos, por el transporte. Billetes a precio cero. Es lo que tendrán los usuarios de Cercanías –y trenes de media distancia– gracias a una de las medidas estrella del Gobierno central que combina tanto hacer frente a la crisis energética actual como aliviar el demencial incremento de precios que sufrimos los ciudadanos en los últimos meses. Por ejemplo, los vecinos de Guadalajara que viajen diariamente a la vecina Alcalá de Henares para estudiar o trabajar, se ahorrarán unos 37 euros del bono mensual de Cercanías. Una pequeña alegría, por supuesto. ¿Y por qué ellos?, preguntarán muchos. ¿Y por qué no? Porque en la misma línea se está subvencionando a los conductores el litro de combustible desde hace meses. ¿Y por qué ellos? Otra cosa es que las empresas de autobuses hayan criticado una medida que les deja fuera y que, en teoría, les restará usuarios. También es cierto que el Gobierno ha fijado una especie de fianza para que sólo hagan uso de la gratuidad del tren los pasajeros habituales. No obstante, los 10 euros de fianza (en el caso del Cercanías) estarían más que amortizados incluso con un par de viajes entre Guadalajara y Madrid, frente a los 16 trayectos mínimos que exige el Gobierno, con lo que no se descarta que el beneficio llegue al usuario ocasional. En fin, que bien recibida la medida, más aún si consigue atraer al transporte público a los que hasta ahora han optado por mover todos los días sus vehículos particulares. Eso sí, que no se olviden los señores que nos gobiernan que lo que de verdad consigue ganar pasajeros para los trenes y los autobuses es  la mejora del servicio, como sería el respeto de los horarios y mejores frecuencias en el caso de los primeros, y ese soñado carril bus-VAO en el de los segundos. Eso requiere, evidentemente, dinero, inversiones, que bien podrían salir de la partida que se destinará a una gratuidad que, claro, ayuda, pero que tampoco resolverá la vida a nadie.