Cien días después comienza una nueva etapa
Entramos ahora en una nueva etapa, continuidad de las anteriores, en las que el objetivo sigue siendo compaginar las medidas de prevención con la reactivación de la economía y la recuperación social.
España entera acogía estremecida el 14 de marzo, la declaración de un estado de alarma por la propagación de un virus peligroso. Desde entonces hasta ayer han pasado cien días- 98 para ser exactos- en los que se han producido varias prorrogas de ese estado de excepcionalidad y distintas fases para la recuperación progresiva de las libertades al tiempo que los datos epidemiológicos han ido ofreciendo mejores resultados y poco a poco se han ido corrigiendo los problemas de colapso, falta de medios de protección o el drama en las residencias de ancianos. Entramos ahora en una nueva etapa, continuidad de las anteriores, en las que el objetivo sigue siendo compaginar las medidas de prevención ante posibles contagios con la reactivación de la economía y la recuperación social. En estos cien días hemos comprobado que otra vez la Constitución Española tiene la respuesta ante cualquier eventualidad permitiendo hacer frente a una situación extraordinaria de manera similar a la de cualquier país del entorno. Hemos aprendido la importancia de la inversión en recursos sanitarios y en la necesaria apuesta por la investigación y la ciencia. Hemos constatado la calidad humana y profesional del personal sanitario, de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, de los colectivos de atención a las personas, de los trabajadores que han permanecido prestando servicios a la población. Hemos empezado a reflexionar sobre las posibilidades que ofrecen el teletrabajo y el mundo digital que permitirá mejorar la conciliación familiar. Hemos observado que empresarios y trabajadores saben dialogar y acordar porque navegan en el mismo barco cuyo naufragio deben evitar. Hemos homenajeado a las víctimas con luto nacional y actos simbólicos. Hemos visto también como muchas administraciones, entre ellas la regional, Diputación, Ayuntamiento de Guadalajara y de todos los pueblos, han adoptado numerosas medidas en favor de los ciudadanos. Nos ha decepcionado la exhibición de la falta de unidad política, el exceso en los insultos, en el tono inapropiado del debate, la polarización y el intento de unos y otros de que los ciudadanos tomemos partido de sus delirios, cuando cien días después sólo queremos superar la epidemia, volver a la normalidad, conservar lo que teníamos aquel 13 de marzo y saber la verdad de lo que ha pasado por justicia y respeto al país en su conjunto.