Cierto que somos libres

26/02/2016 - 23:00 Conchita del Moral

Ultimamente se habla y se escribe mucho sobre tolerancia y sobre libertad, ¿pero sabemos administrar bien en el día a día éstos conceptos?.
Es cierto que somos libres, pues gracias a la libertad, don de Dios, que el hombre posee, tiene la posibilidad de elegir y solo él tiene esta exclusiva, los animales carecen de esto. En este acto libre entran en juego la inteligencia y la voluntad. Hay una libertad física que es la de moverse ir de aca para alla, salir entrar, pero aunque por circunstancias esté privada de la libertad física, como la raíz de la libertad está en la voluntad, el hombre aunque físicamente esté privado, sigue siendo libre. Veamos lo que escribió el psiquiatra judío en su libro “El hombre en busca de sentido” Viktor Frankl que estuvo en un campo de exterminio nazi afirmaba: “El hombre se le puede arrebatar todo salvo la última libertad: la elección de su propio camino(…) es el ser que siempre decide lo que es. Es el ser que ha inventado las cámaras de gas, pero así mismo ha entrado en ellas con paso firme musitando una oración”.
Pero sabemos que la libertad no es absoluta, y si la sabemos emplear bien, seremos felices, la libertad si no la empleamos para el bien se traduce en libertinaje y nos hace esclavos de nuestras pasiones.
En la costa este de Estados Unidos está la estatua de la Libertad y algunos dicen, con razón que le falta para formar pareja la Estatua de la Responsabilidad.
Y hablando de la tolerancia, claro que no hay que imponer a los demás nuestros criterios y respetar a las personas con humanidad aunque piensen distinto a nosotros, podemos aconsejarlos con delicadeza, si es que están en el error, pero no podemos coaccionar.
La tolerancia no es todo vale, da igual, pasar indiferente ante lo que no es tolerable, es algo más es poder conversar con caridad y nobleza y hacerles caer en la cuenta, con buenos modales de por qué eso no está bien y ellos usando de su libertad aceptaran o no nuestro consejo, y tan amigos, no romper por ello nuestra amistad, cada persona es responsable de sus actos.