Clasificación diabólica
01/10/2010 - 09:45
EL COMENTARIO
NURIA FERNÁNDEZ - Periodista
Meses ha estado el Ministerio de Sanidad realizando un estudio antropométrico en España para conseguir que en las tiendas las tallas de ropa sean iguales para todas las mujeres. El propósito era loable y el trabajo, claramente, de chinos.
De hecho más de 10.000 mujeres han sido medidas de arriba abajo y de izquierda a derecha. Se han establecido tres tipos de mujeres en función de su altura, su busto, su cintura y su cadera, se han realizado numerosos estudios, estadísticas y comparaciones, han tenido una primera idea con datos fiables sobre el índice de masa corporal de nuestro sexo, en fin, un gran estudio, y van y ¡meten la pata con el nombre que han puesto a cada tipología de mujer! Tanto han metido la pata que no se habla de otra cosa ¿es usted campana o cilindro?, ¿o quizá es diábolo? preguntan constantemente en los programas de televisión ¡¡¡¿pero en qué estaban pensando cuando pusieron estos nombres?!!! Diabólica, sin duda, ha sido la idea de poner semejantes calificativos que me parecen, siendo comedida, poco respetuosos. Puestos a nombrar categorías al mismo nivel se encuentran otras clasificaciones totalmente populares que llevan años en el subconsciente colectivo y que relacionan a las personas, por ejemplo, con la comida: albondiguilla con patas o cuerpo tipo pera es casi lo mismo que campana, puestos a comparar ¿qué tal con instrumentos musicales? por ejemplo guitarra en lugar de diábolo y si me apuran hasta con animales como tienes el tipo del tordo la cara fina y el c
gordo ¡Vaya tela! Ya me imagino las tiendas con grandes carteles ¡Para ti, mujer Cilindro, lo último en moda! ¡Grandes rebajas en sección campana!, o al dependiente diciéndote: lo siento pero de diábolo en la 42 no me queda nada. Nadie ha aclarado la cuestión pero yo apostaría a que detrás de estas denominaciones no están precisamente mujeres. Y una cosa que quede clara: tampoco me agrada la clasificación que todos aprendimos en el colegio que nos hablaba de pícnico, atlético y leptosómico. La cosa no va por ahí. ¡Pero vamos, que se podían haber esmerado un poquito y si no haber salvado la cuestión con algo mucho más aséptico! Por ejemplo con un escueto mujer tipo 1, 2, 3, ó A, B, C, no sé, algo más adecuado
Han decidido apostar por las formas geométricas y han acabado eclipsando el verdadero objeto del estudio porque el principal dato que revela este análisis es que el 40 por ciento de las mujeres tenemos una talla distinta dependiendo de la tienda en la que entremos. El ministerio ya ha hecho parte de su trabajo, y aunque ha sido desafortunado en las denominaciones, lo importante es que ahora, los fabricantes se sumen a la iniciativa aunque, yo sinceramente, lo veo difícil y a muy largo plazo.