Comistrajos
El 56% de los españoles pesa más de lo que debería y el 22% sufre de obesidad.
Según se acerca la Navidad, gastrónomos y otros expertos en el yantar se afanan en recetas rompedoras. En épocas en las que ni soñaban con cocinar con hidrógeno o liofilizar las frutas, Marco Gavio Apicio (30 a.C.) ya incitaba a los placeres sensuales de la buena mesa. Pocos querían perderse las veladas que celebraba este derrochador extremadamente rico, en las que no faltaban exquisiteces como las vulvas y las tetillas de cerda.
Muchos han sido los artistas de los fogones con famosas recetas, mayormente de Francia. Sin olvidar a la escritora Emilia Pardo Bazán, autora de dos excelentes libros para «facilitar la vida doméstica a una mujer, ya que no ilustrarla», decía. No podemos olvidar manuales tan célebres como el de la Marquesa de Parabere, o el de Simone Ortega ¿Quién no tiene un ejemplar de ‘1.080 recetas de cocina’?
En esto ha llegado el Ministerio de Consumo (o de Garzón), con un recetario de comida rápida y saludable para combatir “el sobrepeso y la obesidad”, encargado a la nutricionista y farmacéutica Marián García, más conocida en redes como ‘Boticaria García’, con la colaboración de la chef María José San Román (una estrella Michelin).
Se trata de una dieta cool con kale y sin carne, que vuelve a irritar a agricultores y ganaderos. Plagada de alimentos foráneos, parecería la oferta de un restaurante de moda. Por ejemplo, de primero, chips de kale o hummus de remolacha con crudités.
Como platos principales, un ramen casero, garbanzos con ras el hanout o poke de pollo estilo Harvard. Y de postre, pudding de chía con mango o piña a la plancha con cardamomo.
El 56% de los españoles pesa más de lo que debería y el 22% sufre de obesidad. Es un grave problema de salud pública que debe preocupar al Ministerio de Consumo, y a los de Sanidad, Agricultura y Educación. Pero su respuesta tendría que ser algo más que unas cuantas recetas ligeras, modernitas y poco asequibles.
Comistrajos finolis, como dirían en mi pueblo. Y un pecado en Navidad ¡Con lo sencillas, baratas y saludables que son unas sopas de ajo, unas lentejas o un humilde cocido!