Como agua de mayo

09/05/2020 - 18:26 Pedro Villaverde Martínez

Este mayo nos viene cuajado de preocupaciones por la situación que vivimos, aunque con un cierto alivio respecto a las pasadas semanas. 

Cuando éramos pequeños, nos viene ahora a la memoria, solíamos cantar cuando era por mayo, aquello de “agua de mayo críame este pelo y ya que me lo crías, críamelo bueno” y aquello otro del Romance del cautivo: “que por mayo era por mayo cuando la calor calienta, canta la calandria y responde el ruiseñor…” preciosa composición poética cantando a la naturaleza y al privado de libertad…pero no es literatura lo que ahora queremos reflejar. Este Mayo nos viene cuajado de preocupaciones por la situación que vivimos, aunque con un cierto alivio respecto a las pasadas semanas. Sí, ya sabemos aquello de “a lo más oscuro amanece Dios”. Y Dios y ayuda, para quien crea, parece que necesitemos para salir de este aparente laberinto de fases, cifras y disquisiciones  sobre el estado de alarma. Si en el mito de Prometeo se dice que los dioses hubieron de dotar al hombre del arte político porque seguramente se hallaban un tanto perdidos y su  salida estaba más que complicada, ahora con toda la Política que tenemos no sabemos qué más necesitamos para encontrar la manera de salir airosos de la también muy compleja situación en que nos  hallamos metidos.  

  De este mes de mayo del que tanto se ha dicho por escritores, poetas y literatos nos acordamos en estos difíciles momentos. Todos tenemos que asumir la responsabilidad, más quienes tienen como profesión la política. Cualquiera seguro que se atreverá a dar soluciones, y está en su derecho, pero el paisaje no pinta bonito y la urgencia aprieta. Esperemos que una vez más nuestros políticos sepan estar a la altura que necesitamos, aunque lo que viéramos este miércoles no lo pareciese.  Y nos quedamos hoy con la cita aquella de que “El pesimista se queja del viento; el optimista espera que cambie; el realista ajusta las velas”. Y no olvidemos la esperanza que siempre nos debe acompañar.