Como me aburro lo rompo todo
01/10/2010 - 09:45
Por:
Ortiga
Tres menores de 14, 15 y 16 años han sido detenidos por romper el cristal de la marquesina de un autobús y provocar después un incendio. Aunque suene a travesura, el trasfondo de estas acciones da que pensar acerca de las aficiones de los menores, máxime si se tiene en cuenta que, después de esta fechoría, por denominarla de un modo suave, los reseñados salieron huyendo de la Policía Local y Nacional. Lo suyo, al menos, hubiese sido reconocer su error y prometer no volver a hacerlo. Los partes policiales referidos a los fines de semana suelen incluir actos vandálicos de esta envergadura que van desde la rotura del mobiliario público que nos cuesta a todos-, hasta la decoración con grafitis de las paredes o las fechorías relacionadas con retrovisores o pequeños hurtos.
Está claro que los menores están llenos de energía por consumir y nadie pone en duda que deban hacerlo. Lo que sí es más cuestionable son sus vías de escape, sus fórmulas de entretenimiento, casi siempre grupal. Sería mucho más sano, tanto para ellos como para el conjunto de la sociedad, que hicieran uso de esa energía para actos más provechosos.