Como siempre
25/02/2014 - 23:00
Para no perder la costumbre escribiremos esta columna aunque con los mismos sentimientos de confusión, desconcierto y pesimismo. Las cosas no parece que mejoren y la opinión que se palpa en la calle tampoco. Daría gusto poder dar noticias agradables y escuchar a la gente con el optimismo de aquel que ha salido de ese tan traído y llevado negro túnel de la crisis y ve que la gente a su alrededor comenta lo mal que se ha pasado pero eso que se ha pasado. Sin embargo, y a nosotros no nos gusta hablar demasiado, aunque sólo sea por aquello de que las palabras se las lleva el viento, y escuchar un cierto optimismo viendo que las cosas van mejorando y pronto hablaremos de una recuperación cierta que nos llevase a aquellos tiempos ya un tanto lejanos. Pero para eso parece que haya que tener paciencia y mucha. Estamos todavía en muchas cosas cayendo y parece que el fondo no esté tan próximo como indican quienes tienen la responsabilidad de no sólo tocar fondo sino de reflotar la nave que nos lleve por aguas tranquilas al puerto por todos deseados del bienestar soñado y que en otros tiempos, ya casi lejanos parecía estar entre nosotros.
No queremos echar más fuego a esa hoguera que parece no extinguirse y que está devorando lo que podía quedar si es que quedaba algo
Sabemos que el optimista siempre ve el vaso casi lleno y el pesimista casi vacío. Nos gustaría ser de los primeros y que el optimismo fuera contagioso y nos llevara al puerto de ese bienestar que tuvimos, perdimos y que parece como inaccesible ahora, pero el pesimismo tal vez no tan real como aparece
Seguimos pues, según parece tan mal como siempre y si algo parece mejorar, no queremos echar más leña al fuego, pensamos que puede ser un espejismo. Y sin embargo tenemos que ser capaces no sólo de alcanzar el esplendor de tiempos pasados sino de mejorarlos y llegar a esa Jauja mencionada. Mientras, como católicos que somos, queremos dejar patente esa visita que la Patrona de la ciudad, Nuestra Señora de la Antigua ha querido hacernos recorriendo las distintas Parroquias para ser venerada y para echarnos esa mano que tanto necesitamos siempre y que una madre está ahí para echarla. Seguro que está siendo muy bien recibida y halagada.