Comunicado de la Asociación de Familiares del Incendio de Riba
01/10/2010 - 09:45
Por:
Cartas al director
ASOCIACIÓN DE FAMILIARES DE LOS FALLECIDOS EN EL INCENDIO DE RIBA / Guadalajara
Siempre tuvimos absoluta conciencia de las dificultades del asunto desde el inicio de la instrucción judicial, y mucho más teniendo en cuenta contra quien nos enfrentábamos, razón por la que hemos decidido no interponer Recurso de Casación. A pesar de ello, y porque entendíamos que se lo debíamos a nuestros familiares, hemos luchado hasta el final para intentar saber la verdad, y vaya si la sabemos.
Nuestras pretensiones relativas a conocer lo ocurrido, se han visto satisfechas en gran medida, y en consecuencia nos queda la tranquilidad de conciencia de haber luchado por la memoria de nuestros muertos; nadie nos podrá achacar nunca pasividad, conformidad, o connivencia con quienes estuvieron al frente de la gestión del incendio. Hemos tenido enfrente al Gobierno Central, Junta, Fiscalía, Inspección de Trabajo, grandes empresas, asociaciones sin ánimo de lucro, Corporaciones Locales, partidos políticos, sindicatos, y muchos medios de comunicación, y en todo momento fuimos conscientes de ello. La desigualdad de armas ha sido absoluta, pero a pesar de ello hemos mantenido nuestra dignidad.
Durante estos cinco años hemos conseguido que se imputara y procesara a múltiples personas, que se han visto obligadas a contestar a múltiples preguntas, evidenciándose cuestiones absolutamente escandalosas; en definitiva hemos tenido acceso a múltiple información que en otro caso nos hubiera estado vedada. Un lustro ha costado llegar al momento actual, periodo de tiempo en el que hemos ganado múltiples incidentes procesales, con costas incluidas.
Presumimos que, nunca, dada la actitud de displicencia e insolencia con que algunos de los que fueron procesados acudían al Juzgado, pudieron imaginar que les habría tocado estar ocho horas declarando, y todo ello ha sido consecuencia del denodado esfuerzo de quien nos ha representado. Es evidente que jamás pensaron que sus nombres saldrían impresos en negrita en la prensa, pero ello ocurrió y a nosotros nos queda esa satisfacción.
Asimismo queremos recordar que la Junta estuvo dispuesta a pedir perdón, reconocer errores e indemnizar a las familias, lo que significa que siempre fueron conscientes de lo ocurrido en el incendio; y en consecuencia se consideraron responsables de lo acaecido. A pesar de lo anterior, la Administración Regional, al mismo tiempo que negociaba el perdón, mantenía o ascendía a los técnicos procesados, imaginamos que con el único objeto de intentar tener todas las vías abiertas. Al final todo se ha sabido.
Los Ingenieros y Políticos que fueron procesados siempre llevarán el estigma y el baldón de su actuación profesional, la sociedad en general y el mundo forestal en particular (muchos de cuyos miembros desde la discreción y en la sombra, por razones evidentes, nos han ayudado y apoyado), ha tenido oportunidad de conocer cómo se trabajó. Nuestro desprecio es compartido por un gran número de profesionales de distintas categorías y no podemos olvidar que el Letrado de los Ingenieros según se publicó en Nueva Alcarria el 23 de Julio de 2010 manifestó lo siguiente: mis defendidos podrán ser objeto de criticas políticas o a su gestión . Si su propio Letrado reconoce esto ¿qué podemos decir nosotros? ¿No supone ello un reconocimiento de que no todo se hizo bien?
Que la Audiencia, con una diligencia encomiable, en una resolución dictada una semana después de las vistas, fin de semana por medio incluido, haya decidido que los hechos no tienen relevancia penal, no quiere decir que las cosas se hicieran adecuadamente. La Sala no ha contemplado ninguno de los múltiples testimonios de los autos, ni otros informes periciales; no se hace un mínimo análisis del contenido de las normas incumplidas, ni tampoco de las evidentes contradicciones de las distintas declaraciones del superviviente en las que tanto se apoyan las resoluciones, que por cierto llegaron a determinada prensa antes que a las partes personadas. Evidentemente, hemos de acatar lo dictado, pero el respeto es un sentimiento íntimo y el que sentimos por las resoluciones quedan en nuestro fuero interno. Los Autos dictados por la Audiencia no niegan ninguno de los hechos contenidos en el Auto de procesamiento el abandono del COP por Solís y Aguilar en la madrugada del 17 de Julio; la búsqueda del Plan de Emergencias a las 21,30 h. del 16 de Julio por Aguilar; la tardanza en llegar al 112 por parte del técnico Carlos Damián Muñoz; la no constitución del Puesto de Mando Avanzado; la no elevación del nivel 2 con lo que ello hubiera supuesto; la nula política de relevos que permitió que los trabajadores estuvieran más de 24 horas en el frente; la no prohibición del fuego etc. simplemente no se contemplan y por eso podemos afirmar que la gestión del incendio de la Riba, aunque se haya considerado que las conductas no tienen relevancia penal, fue anormal y caótica, anunciando ya desde ahora que no descartamos la publicación de un texto con el contenido de lo actuado y que supondría que la sociedad en general conociera en mayor profundidad lo ocurrido, sin perjuicio de otras posibles actuaciones jurisdiccionales.
En el fondo, la resolución judicial es un incidente menor en nuestras vidas, lo grave e irremediable nos ocurrió hace cinco años, y por desgracia es irreversible. La lucha nos ha permitido conocer gran parte de la verdad, ganarnos el respeto de la sociedad decente y que todo el mundo haya sabido quiénes son los que fueron procesados. También, como consecuencia de nuestra actuación, se ha producido un vuelco en nuestro país en el abordaje de la extinción de incendios con una ampliación de medios francamente importante, y un cumplimiento de los protocolos con mucha mayor profesionalidad que hace cinco años. Algún Ingeniero nos ha llegado a hablar de revolución en el mundo forestal; sólo por eso nuestra lucha estaría justificada.
Por último, exigimos a Barreda y a todos sus acólitos se abstengan de hacer mención alguna a nuestras víctimas a las que siempre despreciaron y ningunearon; ni queremos su falso apoyo ni su recuerdo; para nosotros este personaje y su entorno no existen. A partir de ahora rogamos respeto, y así mismo queremos manifestar nuestro agradecimiento a la infinidad de personas que nos han ayudado y apoyado durante este largo y duro periodo de tiempo.
Durante estos cinco años hemos conseguido que se imputara y procesara a múltiples personas, que se han visto obligadas a contestar a múltiples preguntas, evidenciándose cuestiones absolutamente escandalosas; en definitiva hemos tenido acceso a múltiple información que en otro caso nos hubiera estado vedada. Un lustro ha costado llegar al momento actual, periodo de tiempo en el que hemos ganado múltiples incidentes procesales, con costas incluidas.
Presumimos que, nunca, dada la actitud de displicencia e insolencia con que algunos de los que fueron procesados acudían al Juzgado, pudieron imaginar que les habría tocado estar ocho horas declarando, y todo ello ha sido consecuencia del denodado esfuerzo de quien nos ha representado. Es evidente que jamás pensaron que sus nombres saldrían impresos en negrita en la prensa, pero ello ocurrió y a nosotros nos queda esa satisfacción.
Asimismo queremos recordar que la Junta estuvo dispuesta a pedir perdón, reconocer errores e indemnizar a las familias, lo que significa que siempre fueron conscientes de lo ocurrido en el incendio; y en consecuencia se consideraron responsables de lo acaecido. A pesar de lo anterior, la Administración Regional, al mismo tiempo que negociaba el perdón, mantenía o ascendía a los técnicos procesados, imaginamos que con el único objeto de intentar tener todas las vías abiertas. Al final todo se ha sabido.
Los Ingenieros y Políticos que fueron procesados siempre llevarán el estigma y el baldón de su actuación profesional, la sociedad en general y el mundo forestal en particular (muchos de cuyos miembros desde la discreción y en la sombra, por razones evidentes, nos han ayudado y apoyado), ha tenido oportunidad de conocer cómo se trabajó. Nuestro desprecio es compartido por un gran número de profesionales de distintas categorías y no podemos olvidar que el Letrado de los Ingenieros según se publicó en Nueva Alcarria el 23 de Julio de 2010 manifestó lo siguiente: mis defendidos podrán ser objeto de criticas políticas o a su gestión . Si su propio Letrado reconoce esto ¿qué podemos decir nosotros? ¿No supone ello un reconocimiento de que no todo se hizo bien?
Que la Audiencia, con una diligencia encomiable, en una resolución dictada una semana después de las vistas, fin de semana por medio incluido, haya decidido que los hechos no tienen relevancia penal, no quiere decir que las cosas se hicieran adecuadamente. La Sala no ha contemplado ninguno de los múltiples testimonios de los autos, ni otros informes periciales; no se hace un mínimo análisis del contenido de las normas incumplidas, ni tampoco de las evidentes contradicciones de las distintas declaraciones del superviviente en las que tanto se apoyan las resoluciones, que por cierto llegaron a determinada prensa antes que a las partes personadas. Evidentemente, hemos de acatar lo dictado, pero el respeto es un sentimiento íntimo y el que sentimos por las resoluciones quedan en nuestro fuero interno. Los Autos dictados por la Audiencia no niegan ninguno de los hechos contenidos en el Auto de procesamiento el abandono del COP por Solís y Aguilar en la madrugada del 17 de Julio; la búsqueda del Plan de Emergencias a las 21,30 h. del 16 de Julio por Aguilar; la tardanza en llegar al 112 por parte del técnico Carlos Damián Muñoz; la no constitución del Puesto de Mando Avanzado; la no elevación del nivel 2 con lo que ello hubiera supuesto; la nula política de relevos que permitió que los trabajadores estuvieran más de 24 horas en el frente; la no prohibición del fuego etc. simplemente no se contemplan y por eso podemos afirmar que la gestión del incendio de la Riba, aunque se haya considerado que las conductas no tienen relevancia penal, fue anormal y caótica, anunciando ya desde ahora que no descartamos la publicación de un texto con el contenido de lo actuado y que supondría que la sociedad en general conociera en mayor profundidad lo ocurrido, sin perjuicio de otras posibles actuaciones jurisdiccionales.
En el fondo, la resolución judicial es un incidente menor en nuestras vidas, lo grave e irremediable nos ocurrió hace cinco años, y por desgracia es irreversible. La lucha nos ha permitido conocer gran parte de la verdad, ganarnos el respeto de la sociedad decente y que todo el mundo haya sabido quiénes son los que fueron procesados. También, como consecuencia de nuestra actuación, se ha producido un vuelco en nuestro país en el abordaje de la extinción de incendios con una ampliación de medios francamente importante, y un cumplimiento de los protocolos con mucha mayor profesionalidad que hace cinco años. Algún Ingeniero nos ha llegado a hablar de revolución en el mundo forestal; sólo por eso nuestra lucha estaría justificada.
Por último, exigimos a Barreda y a todos sus acólitos se abstengan de hacer mención alguna a nuestras víctimas a las que siempre despreciaron y ningunearon; ni queremos su falso apoyo ni su recuerdo; para nosotros este personaje y su entorno no existen. A partir de ahora rogamos respeto, y así mismo queremos manifestar nuestro agradecimiento a la infinidad de personas que nos han ayudado y apoyado durante este largo y duro periodo de tiempo.