Con la vista en las encuestas

14/05/2011 - 00:00 Fernando Jáuregui

 
Semana particularmente intensa esta que hoy termina. Y fin de semana, el último de la campaña electoral, no menos trepidante: los candidatos viven pendientes de las sacrosantas encuestas, como si de verdades infalibles se trataran y, así, los sondeos --¿para cuándo acabar con las limitaciones temporales para publicarlos, que es algo absurdo en los tiempos de Internet?_ejercen una indudable influencia en la marcha de esta 'recta final' hacia las urnas.
   Yo no sé si Zapatero tenía indicios de algún trabajo demoscópico especialmente favorable para los intereses de los socialistas cuando dijo, en Baleares el viernes, "se van a poner nerviosos", refiriéndose a los rivales del PP; pero lo cierto es que las cosas no pintan demasiado bien para el partido que hoy gobierna en España. En fin... Todo, todo, está teñido de elecciones. Incluso el desgraciado terremoto en Lorca, asumido con grandeza por quienes más lo han sufrido y con camaradería y buena coordinación por los políticos enfrentados horas antes en una campaña que se suspendió en una jornada de luto. "En España, a veces, las cosas funcionan", escribía un comentarista, "sobre todo ante una catástrofe natural y si esta coincide con época de elecciones".
   El caso es que las cosas, en la medida de lo posible ante la magnitud de la tragedia, sí funcionaron y los afectados han dado una importante lección de serenidad y templanza que es preciso destacar. Todo, ya digo, enmarcado en la carrera hacia las urnas de dentro de una semana: desde la manifestación de las víctimas del terrorismo este sábado en protesta por la legalización de Bildu hasta los pronósticos de los organismos económicos internacionales, no muy favorables para España ni demasiado coincidentes con las previsiones de un Gobierno cuyo portavoz, Alfredo Pérez Rubalcaba, se las vió y se las deseó tras el Consejo de ministros del viernes para llegar casi a apostar por que los cálculos del Ejecutivo de Zapatero son los buenos, y no los de la UE, la OCDE o el FMI. Magna apuesta la del vicepresidente político y muy probable nuevo líder en la sucesión de ZP...
  El caso es que hay que reconocer que la campaña, ya que no muy productiva en ideas nuevas, se está desarrollando, con las excepciones que usted y yo conocemos, con bastante corrección y hasta con moderación. Rajoy, en Bilbao, resistió la tentación de culpar directamente al Gobierno socialista de la legalización de Bildu y hasta se abstuvo de atacar al Tribunal Constitucional, que ha estado recibiendo fuego a discreción durante toda la semana por su voto favorable a la participación de la coalición Bildu en estas elecciones. Más propaganda, claro, para los filobatasunos, que, así, encuentran unas magníficas expectativas ofrecidas por esas encuestas de las que al comienzo les hablaba.
   Zapatero, por su parte, ha atemperado algo -algo_el mensaje en el que carga contra la 'extrema derecha' con la que trata de identificar al Partido Popular, un intento contra el que me dicen que le han avisado sus más reflexivos colaboradores. Y es que en campaña electoral, contra lo que venía pareciendo, no todo vale. Y así estamos, navegando, de la mano de los últimos sondeos, hacia el puerto de las urnas del domingo 22. Una fecha tras la que, en función de que se cumplan o no las previsiones de las encuestas, pueden (o no) pasar muchas cosas en la política de este país .