Con paciencia
01/10/2010 - 09:45
Editorial
Las complicaciones circulatorias en el nudo del Hospital se antojan de difícil solución. Desde hace meses los vecinos de municipios de la N-320, como Sacedón, Horche, Pastrana, Albalate, Almonacid o Tendilla, vienen sufriendo grandes atascos a la entrada de Guadalajara. Atascos ocasionados por la pérdida de preferencia de la N-320 a su llegada a la capital.
Con el inicio de las obras de remodelación de la intersección, que le costarán al Ministerio de Fomento cerca de tres millones de euros, y que mediante la depresión de la carretera nacional, permitirá la circulación sin interrupciones hasta la ciudad, así como el acceso al centro sanitario, la situación no sólo no ha mejorado sino que se ha agravado. Aunque se trata de un problema puntual, el Ayuntamiento de Horche no ha dudado en aprobar una moción a través de la cual insta al Ministerio de Fomento a que busque soluciones, junto con la Dirección General de Tráfico. Si bien es cierto que la N-320, en el tramo que va de Horche a Guadalajara, no ha mejorado su capacidad de forma proporcional al crecimiento que han experimentado los pueblos cercanos como Lupiana, Ciudad Valdeluz o Yebes, también los es que desde Fomento se están poniendo todos los medios para mejorar la circulación en ese punto. No se puede obviar que la futura circunvalación de la A-2 podría venir a solucionar parte de estos atascos ya que, la conexión desde los Faroles al Hospital, y los cuatro accesos desde la autovía a Guadalajara (por el nudo de Los Faroles y la N-320, el nudo del Hospital y el enlace de la R-2, a la altura de Taracena) evitarían gran parte del flujo circulatorio que ahora soporta ese punto. Pero para eso, aún queda tiempo y mientras tanto parece que el único remedio será el de la paciencia.