Concejal Carnicero: dime de qué presumes y te diré de que careces

06/02/2011 - 00:00 Julia de Miguel

Por fin son una realidad. Las obras de las calles Barrionuevo, Pareja Serrada, Ángel Martín Puebla y sus aledañas han terminado ya para bien de todos. Es una verdad, quizás la única, que dice el señor Jaime Carnicero, concejal de Obras e Infraestructuras Públicas, en el artículo que recientemente ha publicado. Produce sonrojo escuchar al señor Carnicero decir que estas obras se han hecho lo más rápido posible, cumpliendo los parámetros de calidad exigidos y atendiendo a la mayoría de sugerencias y reclamaciones de los vecinos y comerciantes. Que se lo pregunten a esos vecinos y a esos comerciantes, que han tenido que sufrir durante casi un año los problemas derivados de una obra mal planificada y mal ejecutada desde el principio hasta el fin sin que nadie les escuchara. Nunca antes se vio tanto desbarajuste en una obra pública. Durante meses, para muchos vecinos ha sido muy complicado y a veces imposible acceder a sus casas y a sus garajes. Las señalizaciones en la obra han sido absolutamente nulas, lo que ha generado que no una ni dos sino más personas hayan sufrido accidentes y caídas por tener que transitar directamente por la obra. No ha habido en toda la obra ni un solo itinerario para peatones o vehículos, lo que ha provocado un auténtico despiste en las personas que cada día tenían que transitar por la zona. Los cortes de agua han sido continuos durante los cerca de doce meses de obra y, en la mayoría de los casos, muy prolongados y sin aviso previo. Y todo ello, sumado a las molestias propias de todas las obras como el ruido o la suciedad. Pero junto a todo lo anterior que hoy, afortunadamente, ya sólo queda en la memoria, la falta de previsión y de organización de estas obras han generado un problema de mucho mayor calado. Quizás al señor Carnicero no le interese acordarse, pero durante este tiempo los comerciantes de Barrionuevo, Pareja Serrada, Ángel Martín Puebla y las calles de alrededor han perdido gran parte de sus ingresos y muchos clientes que no podían acceder a sus tiendas o a sus establecimientos porque el señor concejal de Obras, Jaime Carnicero, no les habilitó algo tan sencillo como son zonas de paso. Estos negocios han visto muy mermada su facturación y han perdido unos clientes que les va a ser muy difícil recuperar. Señor Carnicero: dígame de qué presume y le diré de qué carece. Carece de memoria porque ha olvidado muy pronto los graves problemas que generaron estas obras. Y carece de vergüenza cuando nos intenta hacer creer que estas obras han sido modélicas. Nada más lejos de la realidad. Tres millones de euros son una inversión suficientemente importante para que el resultado hubiera sido mucho mejor. Pero se hicieron muy mal. El señor Román ha eliminado casi 300 plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad sin ofrecer una alternativa para estacionar los vehículos, lo que puede tener graves consecuencias para los pequeños establecimientos y comercios de la zona. Pero también se ha olvidado de otros detalles como la eliminación del cableado aéreo que ofrece una imagen nefasta de las fachadas y las calles de la ciudad. Se lo hemos pedido muchas veces y la respuesta, como siempre, ha sido no. Román no admite sugerencias, ni de los ciudadanos, ni mucho menos de la oposición. Ese es su talante y esa su forma de actuar. Como dice Carnicero, es un ejemplo pero no para seguir sino para olvidar.