Concienciación medioambiental
El problema tiene muchas aristas y las soluciones pasan por la actuación, primero, de los responsables políticos que tienen el poder de organizar el cómo hacer las cosas, pero también de cada uno de nosotros.
Madrid ha tenido lugar una importante cumbre mundial sobre el cambio climático llena de actividades, intervenciones, movilizaciones y mensajes múltiples sobre la necesidad de tener presente la obligatoriedad de cuidar el planeta pues con nuestros hábitos lo estamos dañando hasta el punto de poner en peligro su subsistencia. El problema tiene muchas aristas y las soluciones pasan por la concienciación y la actuación, primero, de los responsables políticos que tienen el poder de organizar el cómo hacer las cosas con el incovenientes de los intereses creados, pero también de cada uno de nosotros y en este sentido hemos de resaltar la respuesta en estos días de la provincia sumándose a esta cumbre. Así no solo hemos visto a la alcaldesa de Orea, Marta Corella, moderando una mesa de trabajo en el COP25, sino que ha habido conferencia y teatro en Guadalajara, se ha proyectado un documental seguido de coloquio sobre ‘Emergencia climática’ en Molina de Aragón, celebrado distintos actos de concienciación en Milmarcos o recogido 300 kilos de residuos generados por el ser humano y abandonados en la naturaleza, la llamada ‘basuraleza’, en una zona verde de Valdeluz. Hasta allí se han desplazado vecinos de esta urbanización, de Cabanillas y Marchamalo. Precisamente, además, en la localidad gallarda se llevará a cabo en 2020 un proyecto local de agrocompostaje de residuos orgánicos con vertiente educativa que tiene como objetivos concienciar sobre el reciclaje, el aprovechamiento de los residuos y el cumplimiento de los porcentajes de residuos que tenemos que llegar a reciclar según marca la Unión Europea a cada Estado. Se basa en una experiencia piloto puesta en marcha por la Mancomunidad Vega del Henares en centros escolares de El Corredor. Este mismo lunes, también, el Gobierno regional ha reiterado su compromiso con la gestión de biorresiduos.
Cada día son más las empresas que se preocupan de sus emisiones, hay más puntos de recarga para vehículos eléctricos, se utiliza menos el plástico y hasta los expertos económicos aconsejan invertir en compañías que apuesten por la sostenibilidad y el medio ambiente porque consideran que tendrán un mejor comportamiento futuro. En general hay una mayor preocupación hacia la realidad de que algunas de nuestras acciones, ya generalizadas, son nocivas para el medioambiente. No es cuestión de ideologías sino de supervivencia.