Confianza en la Iglesia

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

Cartas al director
LOLE BRAVO Barcelona
Enrique Ferrara es enfermero, y como partidario del aborto cooperó en este tipo de intervenciones mientras estuvo en el servicio quirúrgico del Hospital Severo Ochoa, de Leganés (España). Pero un día reaccionó; según sus palabras: “Cualquier persona que ve aquello (un feto abortado) y sigue diciendo que no es un ser humano, se está poniendo la venda delante de los ojos”.

A partir de ese momento pidió ser trasladado al Hospital Doce de Octubre, a pesar de un peor horario y con menos libranzas, para abandonar «aquella intervención salvaje”.

Ferrara asegura: “cuando participaba en abortos no podía dormir”, prefiere no describir lo que vio en quirófano por ser “muy impactante y desagradable»”y añade: “no recuerdo a ninguna mujer que no saliera llorando del quirófano”.
Ese es el aborto que nos venden como liberación, pero que violenta las conciencias del personal sanitario y sobre todo, de la mujer que se desprende de su hijo para siempre.