Conmigo

09/02/2014 - 23:00 Serafín Tallo

La frase “estás conmigo o estás contra mi” y variaciones similares del mismo pensamiento, es usada para trasmitir que una situación está polarizada o para generar su polarización, buscando muchas veces alinear a la opinión pública con uno de los dos extremos planteados, ya que la implicancia de no unirse a una parte implicaría ser considerado como enemigo de la misma (1). Algunos ven este tipo de afirmaciones como una forma de forzar a otros a participar en un conflicto, en el que supuestamente nadie puede darse el lujo de la neutralidad.
Ejemplos de ella son: Jesús: “El que no está conmigo está en mi contra” La Biblia - Mateo 12:30 Lenin: “Cada hombre debe elegir entre nuestro lado o el otro lado” 13 de noviembre de 1920. George W. Bush: “O estás con nosotros o estás con los terroristas” 20 de septiembre de 2001. Darth Vader (personaje de ciencia ficción): “Si no estás conmigo, entonces eres mi enemigo” Star Wars Episodio III. Como escribió Arturo Pérez Reverte (2): “Y es que en España parece inconcebible que alguien no milite en algo y, en consecuencia, no odie cuanto quede fuera del territorio delimitado por ese algo. Reconocer un mérito al adversario es para nosotros impensable, como aceptar una crítica hacia algo propio. Porque se trata exactamente de eso: adversarios, bandos, sectas viscerales heredadas, asumidas sin análisis. Odios irreconciliables. Toda discrepancia te sitúa directamente en el bando enemigo. Sobre todo en materia de nacionalismos, religión o política, lo que no toleramos es la crítica, ni la independencia intelectual. O estás conmigo, o contra mí. O eres de mi gente -y mi gente es siempre la misma, como mi club de fútbol- o eres cómplice de la etiqueta que yo te ponga. Y cuanto digas queda automáticamente descalificado porque es agresión. “¿Por qué saludas a esos? ¿Ya te has puesto de su parte?” Un profesor nuevo en un instituto oyó de un colega, tras saludar a otros que estaban en la sala.
“No daba crédito a lo que oía”, contaba. En muchos centros de trabajo, partidos políticos, o incluso familias, hay grupos enfrentados. Y como que te obligan a estar en uno, en contra del otro. Por centrarnos en política, todos los días encontramos ejemplos de esta forma de actuar. Todos los conocemos y no quiero dar detalles concretos. Que cada uno se sienta aludido. Pero la principal consecuencia de ello es que se evita la autocrítica, la posibilidad de mejorar las cosas con la opinión del presunto “contrario”.
 Estamos excluyendo, en lugar de incluir a los demás. Restando en lugar de sumar. En el fondo vemos a los demás como oponentes, que nos impiden llevar a término nuestras ideas o intereses personales. Hay falta de empatía, de capacidad de escuchar. Por eso algunos preferimos cambiar la frase frase por: “El que no está contra nosotros, está con nosotros” (Mc 9,38-43. 45.47-48). Vemos los conflictos de un solo modo y nadie rompe la cárcel mental habitual, pero plantear es crucial, como un buen diagnóstico. A Einstein le preguntaron qué haría si le dieran un problema del que dependiera la salvación del mundo y una hora para resolverlo.”
Pasaría 55 minutos planteándolo bien y 5 resolviéndolo”. Replantear es la clave de esta situación. Os propongo un juego: ¿A quién llevarías? .....Vas con tu deportivo biplaza, y está lloviendo a cántaros. Al pasar por una parada de autobús ves a un amigo que te salvó una vez la vida, a un/a muchacho/a/ del/ la que te enamoras a primera vista, y a una anciana, que parece muy enferma. Paras el coche. ¿A quién llevarías? ¿Al amigo, para devolverle el favor, a la anciana, pues puede morir, o a la chica de tus sueños a la que probablemente jamás verás? ¿Qué elegirías tú?” Piensa. La solución al final (3). En UPyD (4) pensamos que : “Partimos de un supuesto revolucionario: que los ciudadanos no nacen siendo ya de izquierdas o de de derechas, ni con el carnet de ningún partido en los pañales. Vamos aún más lejos, a riesgo de escandalizar a los timoratos: consideramos a los ciudadanos capaces de pensar por sí mismos y de elegir en consecuencia, de acuerdo con las ofertas de los partidos y su experiencia de la situación histórica que vivimos. Por tanto no creemos que nadie esté obligado a votar siempre lo mismo o a resignarse a las opciones políticas vigentes, cuando ya le han decepcionado anteriormente.
A nosotros nos gustaría ser capaces de aprovechar los elementos positivos de unos y de otros, pero sin tener que cargar con sus prejuicios y resabios reaccionarios, que existen en los dos campos. No denunciamos que los partidos actuales lo hagan todo mal, sólo señalamos que ninguno lo hace tan bien como para que debamos renunciar a buscar alguna alternativa mejor. http://es.wikipedia.org/wiki/Estás_conmigo_o_estás_contra_m%C3%AD (2) http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/774/conmigo-o-contra-mi/ (3) “Daría las llaves del coche a mi amigo para que llevase la anciana al hospital y me quedaría con la chica, amor a primera vista, a esperar el autobús”. (4) Manifiesto fundacional de UPyD, en http://www.upyd.es/contenidos/secciones/366/Manifiesto_fundacional.