Contradicciones

La señora Montón, que admitió que era consciente de que se ha abierto un debate lleno de condicionamientos morales y religiosos, cayó en una nueva contradicción al añadir que no son esos los parámetros con los que nos tenemos que regir, que son la Constitución y la bioética”, olvidando que en la Carta magna se defiende el derecho a la vida y que la propia comunidad científica está profundamente dividida sobre los principios bioéticos. Después, con un cinismo impresionante, la señora Montón admitió que la doctrina del TC “dice muy claramente que no hay derechos enfrentados, el de la mujer y el de no nacido, y sí dice que hay un bien jurídico, el del nasciturus, que hay que proteger... y que eso es lo que el Gobierno “está haciendo” con su reforma de la ley del aborto que concede a la mujer el derecho de decidir sobre la vida o la muerte de ese nasciturus, el hijo aún no nacido. Y añadió en un intento de acallar su propia conciencia que “con la información que se tiene que dar a las mujeres, en la que se explican las alternativas que tienen si deciden continuar con su embarazo, se salva la doctrina del TC”... Un castizo diría “es como para m…. y no echar gota”.