Convocar elecciones

13/10/2010 - 00:00 Fermín Bocos

 

Visto como están las cosas, la mejor salida política para Zapatero sería convocar elecciones. Dar la voz a los ciudadanos y que, gane quien gane, empezar de nuevo. No lo hará. No lo hará porque Zapatero piensa antes en los intereses de su partido que en los intereses generales. Igual, por cierto que Rajoy, a quien a lo largo de la crisis, le hemos visto sentado frente a su tienda esperando ver pasar el cadáver político de su rival. Nos falta cultura de país. Cuando se ponen estupendos, a los políticos se les llena la boca de "la idea de España" pero luego, en el día a día, cada uno va a lo suyo.

Y lo suyo es el poder: cómo llegar o cómo permanecer. Lo demás es secundario. Grandes discursos destinados a la papilla de los telediarios, pero por debajo, listas cerradas. Así nos va. No hay debate sobre cómo hacer para resolver el drama de los cuatro millones y medio de ciudadanos que no encuentran trabajo. Tampoco hablan sobre lo que supone, en términos de pérdida de soberanía, que algunas de las grandes decisiones económicas tomadas por el Gobierno hayan sido dictadas desde fuera: planes de inversiones congelados, reformas estructurales del mercado de trabajo impuestas por el FMI, etc. Sobre estas cuestiones pasamos de puntilla pero llevamos horas -y las que vendrán- debatiendo sobre una nimiedad: si es o no de recibo abuchear al presidente del Gobierno en el transcurso de un acto público. No tenemos arreglo. Por eso digo que lo menos malo sería convocar elecciones. Lo apunto sin esperanza; para qué vamos a engañarnos.

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