Copago no, somos españoles
21/07/2011 - 00:00
En Francia, en Alemania, en Italia y en muchos otros países de la Unión Europea hay establecida una cuota por consulta, como existe en todos los seguros sanitarios privados. El objetivo de esta cuota tiene un fin más disuasorio que recaudatorio, porque la complejidad administrativa de estos pagos es cara, y casi se podría decir que se va lo comido por lo servido, pero cumple su objetivo principal, y es que disminuye o neutraliza el abuso. En Italia, por ejemplo, se puede acudir a urgencias, siempre y cuando el enfermo lo considere menester, pero si pone en marcha todo el pesado aparato preventivo, y resulta que lo que padece el enfermo es un simple resfriado, un principio de intoxicación etílica o un pasajero dolor de vientre, sin consecuencias, cosa que se conoce tras los análisis y radiografías correspondientes (servicios que son muy onerosos) deberá abonar 25 euros, tras haber provocado un gasto sanitario que, en términos económicos, podría llegar a los mil euros.
La picaresca española de acudir a los servicios de urgencia para evitar la espera en las visitas médicas convencionales está produciendo inestabilidad en unos servicios preparados precisamente para lo que se denominan: urgencias. Asimismo, los cinco o diez euros por visita médica tienen el efecto milagroso de que el 25% de los que necesitaban un diagnóstico se curan de repente.
Debemos cerca de 10.000 millones de euros a las farmacias y a los suministradores de material, desde vendas a jeringuillas. En algunas comunidades tardan en pagar las facturas sanitarias casi dos años. Y, ayer, se reunieron los consejeros con la ministra para reflexionar sobre el desastre y llegaron a la conclusión de que copago, no, porque somos españoles. Bueno, pues en la próxima legislatura, gobierne el PSOE o el PP habrá copago, "te lo juro de mi madre".