Coronavirus

28/02/2020 - 19:45 Redacción

En el coronavirus, y esta es la lectura más positiva, las cifras indican una muy baja mortalidad, incluso en las franjas de edades más sensibles, un índice de curación del 99% y un 80% de casos leves.

La preocupación por el coronavirus es cada día un poco más cercana a los alcarreños porque los posibles casos de afectados por la enfermedad están más próximos geográficamente, incluso se han estudiado ya en la propia región y confirmado en Madrid. En un mundo globalizado, con buenas comunicaciones y movilidad, los viajes son frecuentes, el contacto con personas de otros países es habitual y las posibilidades de contagio se multiplican. El propio consejero de Sanidad reconocía esta semana que empresas de Castilla-La Mancha han viajado a ferias de calzado o moda a Italia y estudiantes han realizado excursiones a las zonas más afectadas por el virus. No debe sorprender que haya infectados ni el miedo al contagio. Es una situación de alerta sanitaria que obliga a la precaución y a la atención de las medidas que las autoridades competentes indiquen. No se debe minusvalorar  esta enfermedad ni tampoco exagerar o alarmar por esta crisis sanitaria. Primero porque son muchos los motivos para la confianza en un sistema sanitario como el nuestro que siempre ha dado respuesta adecuada a cualquier tipo de crisis en este sentido, que ha aprendido de epidemias anteriores, tiene en todos sus hospitales habitaciones para aislar y tratar adecuadamente a los infectados, domina la coordinación entre administraciones, dispone de los mejores profesionales y sabe aplicar los protocolos de actuación por experiencia y pericia. En el coronavirus, además, y esta es la lectura más positiva, las cifras indican una muy baja mortalidad, incluso en las franjas de edades más sensibles, un índice de curación del 99% y un 80% de casos leves que se superan incluso en el propio hogar, en muchos supuestos. No es agradable sufrir el riesgo a enfermar de algo que no se conoce bien, pero los niveles de alarma deben ser racionales y proporcionales a la amenaza y a sus consecuencias. No debe cundir, ni mucho menos, el pánico, aunque haya que estar observantes y ser previsores. Es momento de estar informados sobre todo lo relacionado con el virus y seguir las pautas que marquen las autoridades como puedan ser la utilización de gel desinfectante, lavarse las manos con frecuencia, guardar una distancia de seguridad con el interlocutor de una conversación,  evitar  actos multitudinarios, actuar de una manera determinada ante síntomas de un posible coronavirus…, medidas que sirven también para la gripe y otras enfermedades virales.