Cuando llega el frío

Cuando llega septiembre parece que aunque el tiempo se vuelva festivo por las muchas festividades que durante ese mes tienen lugar, todos esperamos un cambio en el mismo que nos indique que el verano ya pasó y que el otoño nos acompañará durante ese trimestre en que tiene lugar la recogida de los frutos. Cierto que la tierra los ha dado y se prepara para la nueva cosecha. Los pueblos terminan de celebrar sus Fiestas Grandes y ya es el frío lo que imperará durante este trimestre. El verano es un recuerdo y el invierno una realidad que se echa encima. Las estaciones siguen su curso y a la recogida de las cosechas sigue la siembra de las siguientes. Pero puede que varíe el calor y parezca que el tiempo se vuelva loco resistiéndose a dejarlo escapar y haciendo crecer los deseos de que llegue el frío que es lo que parece tocar. La Naturaleza tiene también sus veleidades aunque parezca que no haga cambio. Este año hemos tenido un verano y parte del otoño que podríamos calificarlos de calurosos sobre todo este último. Pero la tierra necesita tanto del frío como del calor. Seguramente los que se dedican a llevar las estadísticas de estos cambios hablarán de diferencias hasta grandes de un año respecto de otros, pero no es nuestra intención hablar de estadísticas sino más de la sensación que suele causarnos los cambios que se producen de unos años a otros. Las formas de vida en todo, y más si cabe en lo tocante al tiempo, suelen tenernos hasta confundidos y hablamos de si un año es muy especial por las temperaturas que parecen alterarse respecto de la normalidad a la que parecía estábamos acostumbrados. Sin embargo si se lo preguntáramos a los hombres del tiempo nos dirían que todo es normal, pues esas aparentes anormalidades suelen ser mucho más frecuentes de lo que nos parece. Para los Santos nieve en los cantos… y a lo mejor otro año hace calor. Y así hay refranes que la realidad desdice de cualquier estación. No es, o sí, tal vez por lo que se dice estás como el tiempo. Elucubraciones al fin y al cabo, aunque ahora tenemos esas estadísticas, pero de cualquier manera lo que sí parece cierto es que el tiempo es un ente de razón que parece intervenir bastante en el correr del mismo… y de la vida. .