¿Cuándo trabaja Román por la ciudad?

10/01/2011 - 00:00 Javier Carrero

No se trataría de que Antonio Román debiera tener vocación de trabajar por la ciudad de Guadalajara, y no la tiene. Es que debería ser su máxima obligación y prioridad, que para eso figura en nómina como alcalde y los vecinos de Guadalajara le pagamos varias decenas de miles de euros al año de nuestro bolsillo. Sin embargo, basta con ver sus múltiples apariciones en los medios de comunicación para saber que lo último que hace Román es trabajar de alcalde. Dedica dos o tres mañanas de cada semana a visitar zanjas, obras y rayas de aparcamiento. Tiene tan destripada la ciudad y tan cabreado al personal, que hasta los jubilados se han cansado ya de mirar obras y solares. Él es el único que dedica el tiempo que parece sobrarle a ver vallas y excavadoras, rodeado de una nube de fotógrafos, y aprovechando para intentar crear polémicas absurdas con otras administraciones. Otro par de mañanas a la semana las dedica a actos de su partido. A hacerse fotos con Arias Cañete, con Cospedal y demás. A veces, en Guadalajara; otras muchas, en Sigüenza, Sacedón, o donde toque, a los que va acompañado por toda la fanfarria de guardaespaldas y concejales de Guadalajara capital, que tampoco están aquí ganándose el sueldo que les pagamos, y de otros muchos liberados que se apuntan a un bombardeo aunque no venga a cuento. Y ya por las tardes, Román se va a pasar consulta médica a la clínica privada en la que trabaja, pese a tener un sueldo público de alcalde con dedicación exclusiva. A la vista de estas actividades, la pregunta es de cajón. ¿Cuándo trabaja Román por la ciudad que le paga para ser su alcalde?