Cultura de cooperación
01/10/2010 - 09:45
EDITORIALES
Con la convocatoria del Programa de Jóvenes Cooperantes 2008, publicada el pasado 12 de febrero en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, y que comprende 60 proyectos en 12 países de América Latina y África con 214 plazas disponibles, el Gobierno regional vuelve a poner de manifiesto su preocupación por el Tercer Mundo.
No se puede olvidar que Castilla-La Mancha se convirtió en 2003 en la primera comunidad autónoma que, por Ley, destinó el 0,7 de sus recursos propios a proyectos de cooperación al desarrollo, y dentro de esa línea de ayuda a los más necesitados se enmarca este programa especialmente pensado en la población juvenil.
La solidaridad de los jóvenes de Castilla-La Mancha que, cada año, participan de forma masiva en los proyectos de cooperación al desarrollo que impulsan conjuntamente las ONGD y el Gobierno regional han hecho de nuestra comunidad un referente en esta materia en España. El convencimiento de que las experiencias que vivirán serán fundamentales para su formación como personas solidarias, integradas en un mundo global con problemas globales, se concreta en el desarrollo de este programa cuyo objeto es propiciar un mundo solidario entre los jóvenes de la región, acercarlos al concepto de cooperación, y ofrecer la posibilidad de conocer in situ el desarrollo de tales acciones. De ahí la importancia de un programa que cumple once ediciones, en las que centenares de castellano-manchegos han concurrido a proyectos repartidos por 24 países subdesarrollados y principalmente destinados a la atención a niños y mujeres en situación de exclusión social, a la alfabetización y educación, a la atención a personas discapacitadas, al fomento del desarrollo rural o a la construcción y conservación de viviendas e infraestructuras sanitarias, donde los participantes se han sensibilizado con los problemas que sufren los habitantes de aquellas zonas, pero también ha supuesto el germen de una verdadera cultura de cooperación en la región.
La solidaridad de los jóvenes de Castilla-La Mancha que, cada año, participan de forma masiva en los proyectos de cooperación al desarrollo que impulsan conjuntamente las ONGD y el Gobierno regional han hecho de nuestra comunidad un referente en esta materia en España. El convencimiento de que las experiencias que vivirán serán fundamentales para su formación como personas solidarias, integradas en un mundo global con problemas globales, se concreta en el desarrollo de este programa cuyo objeto es propiciar un mundo solidario entre los jóvenes de la región, acercarlos al concepto de cooperación, y ofrecer la posibilidad de conocer in situ el desarrollo de tales acciones. De ahí la importancia de un programa que cumple once ediciones, en las que centenares de castellano-manchegos han concurrido a proyectos repartidos por 24 países subdesarrollados y principalmente destinados a la atención a niños y mujeres en situación de exclusión social, a la alfabetización y educación, a la atención a personas discapacitadas, al fomento del desarrollo rural o a la construcción y conservación de viviendas e infraestructuras sanitarias, donde los participantes se han sensibilizado con los problemas que sufren los habitantes de aquellas zonas, pero también ha supuesto el germen de una verdadera cultura de cooperación en la región.