Dar vida al centro de Guadalajara

Todo el mundo lo comenta, lamenta y sabe. Fuera del horario de apertura de los comercios el centro de la ciudad de Guadalajara tiene muy poca vida y escasez de alternativas de ocio habiendo dejado hace ya mucho tiempo de ser el lugar de paseo de los vecinos, realidad que contrasta con lo que pasa en todas las demás ciudades donde la actividad se concentra en torno a su plaza Mayor y calles principales. Entre los motivos podemos citar que la gente joven vive lejos del centro, en las nuevas zonas residenciales principalmente, o los problemas de aparcamiento o acceso, pero también la política llevada a cabo desde hace muchos años de alejar las grandes infraestructuras, las que atraen al público. Sirva de ejemplo el polideportivo Multiusos, la piscina cubierta, el Teatro Buero Vallejo o el centro comercial, donde cada día pasan centenares de personas. En el centro apenas hay dos colegios y vida administrativa con horario de oficina y cuando se cierran la vida se apaga. No es momento de buscar culpables, pero si soluciones, ideas que hagan revivir o revitalizar el casco histórico de la capital. El actual Equipo de Gobierno se ha preocupado del tema organizando ferias, mercadillos y abriendo nuevos espacios culturales, incluso con las obras del llamado Eje Cultural, pero se antoja insuficiente. A la espera de que se haga realidad el proyecto del campus universitario de Alcalá de Henares en el entorno del Palacio del Infantado, que será el gran revulsivo, la esperanza es ahora el paso adelante dado para que desaparezcan del centro esos cerca de noventa solares sin construir que afean la estética y dan sensación de abandono de la ciudad. El tema no es fácil jurídicamente al tratarse de propiedades privadas y tener derechos de actuación sobre ese espacio el propietario, pero también ha de entenderse que hay un interés general que debe primar sobre el particular y que es preciso construir sobre estos espacios para embellecer y aportar nuevas viviendas , y por tanto más vecinos y ambiente a las calles. Se debe facilitar la actuación urbanística, siempre más compleja en un casco, y sobre todo es necesario que políticos, empresarios, comerciantes y vecinos trabajen conjuntamente para que dejemos de sentir sonrojo cuando un familiar o amigo viene de fuera un fin de semana y no sabemos dónde llevarle.