Datos buenos pero cuestionables

En un momento en el que media España está ya de vacaciones y la otra media en paro, resulta paradójico hablar de trabajo. Sin embargo, los datos ofrecidos por Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el pasado viernes, pueden abrir una nueva puerta para la esperanza. Si bien es cierto que es pronto para lanzar las campanas al vuelo, Guadalajara encadenaba el quinto mes de descensos en el desempleo, algo que aunque no es definitivo, sí se puede considerar, al menos, un buen dato. Nuestra provincia empezaba el año, con más de 25.000 parados cifra que a lo largo de los meses se ha situado en 23.320. Enero cerraba el balance con un incremento de 1.065 personas desempleadas más; febrero añadía a estas otras 519, y a partir de marzo las cifras aliviaban los listados con descensos consecutivos de 305, 690, 749, 927 y 260 respectivamente. Según las estadísticas más de 2.000 personas habrían encontrado trabajo en estos meses, aunque la percepción de la calle no es tan optimista. De hecho, la temporalidad en la contratación y el hecho de que cada vez sean más las familias en las que ninguno de sus miembros cuentan con cobertura por desempleo, ensombrecen unos datos que, a primera vista, podrían considerarse como los primeros síntomas de una relativa recuperación en la provincia. Es precisamente esa disyuntiva la que ha favorecido que el Gobierno juegue con dos cartas. Formalmente apela a la prudencia, pero transmite en sus comentarios la sensación inequívoca de que ya estamos viviendo el principio de la recuperación. De hecho, Mariano Rajoy afirmaba que estos datos, a nivel nacional, muestran que “hasta en el aspecto más cruel de la crisis”, el paro, la situación va mejor y la economía “no va bien, pero va mejor”. Pero se corre el riesgo de que en septiembre u octubre el fin de la temporada turística cuestione de nuevo la anhelada recuperación. Los grandes datos parecen inducir al optimismo pero no podemos confiarnos.