De botargas, migas y turismo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

EL COMENTARIO
ENRIQUE G.JORDÁ. Periodista
Guadalajara es pródiga en festividades invernales que proclaman el amanecer de un nuevo año. Las diversas tradiciones, la mayoría recuperadas muy acertadamente, enmarcan la historia de los pueblos con la celebración de festejos atávicos propios.
La discreta mezcla de ritos ancestrales, en su mayoría paganos y cargados de profundo carácter agrícola, con místicos y religiosos, configuran la idiosincrasia de los pueblos. Toda celebración, amparada por el amplio santoral, es llevada a cabo con tradición y liturgia. La provincia está repleta de fiestas a lo largo de todo el año, pero son los primeros meses los que en proporción tienen mayor cantidad de eventos. La mayoría declarados de interés turístico provincial.

Desde el primer día del año, la botarga, ese teatral y variopinto personaje enmascarado que persigue y limosnea alborotando con su porra a grandes y pequeños, aparece desafiando los meses de frío y nieve, haciendo sonar cencerros y sonajas. Personaje multiplicado en: “mojigangas y bufones, vaquillones y zorramangos, diablos y chocolateros”, que salpican la geografía provincial con sus ritos y danzas.

Las migas, comida de pastor, ayudan a calentar el ambiente y el cuerpo, enfriados por los vientos helados del norte que recorren, junto a la botarga, la campiña, la sierra y la alcarria. ¡Las migas! ¡Eso es cocina creativa! Que no por antigua, deja de ser gastronomía de la más alta excelencia dentro de su sencillez, variedad y originalidad. Muy buenas, junto a unas ricas gachas, otra comida de pastor, estaban en San Sebastián en Pastrana, y deliciosas migas, yo diría insuperables, ofrecieron al visitante en San Pablo en Fuencemillán. Lo mejor, la hospitalidad en ambos lugares.

La hospitalidad es clave en el mundo de viajar por placer, que es la definición de turismo, y en ella radica el éxito del desplazamiento. La belleza artística de monumentos, alimenta el intelecto. El contacto con los lugareños, marca el viaje. Ellos son los artífices de la buena comunicación con amigos y allegados para que ellos visiten el lugar. No hay mejor publicidad.

Estos días se celebra, precisamente, la gran Feria del Turismo (FITUR) en Madrid. Guadalajara está presente, como en otras ediciones, apostando por un potencial turístico en el que concurren todas las coordenadas para su realidad: tranquilidad, excelente gastronomía, belleza y versatilidad de paisajes, magníficos monumentos, curiosas festividades y celebraciones… y lo más importante, un gran material humano que en definitiva es quien configura la singularidad del entorno.