De la ETA a la EPA

26/10/2011 - 00:00 Fermín Bocos

 
De qué hablamos en la campaña electoral, ¿de la ETA o de la EPA? No hace falta ser un lince para avizorar que al partido del Gobierno le conviene que el personal centre su atención en los meandros de la "hibernación" anunciada por la banda terrorista vasca. ¿Por qué? Pues porque en ese terreno se puede especular hasta el empacho sin llegar nunca a agotar el arsenal de las cábalas: que si se disolverá la banda; que si entregará o no las armas; que si no lo hará hasta que sus terminales legalizadas ("Bildu", "Amaiur"), culminen algunos de sus objetivos políticos; que si habrá otro comunicado; que si los presos; que si los fiscales han vuelto a la doctrina de la "toga y barro del camino"; que sí el "lehendakari" se ha precipitado con lo de la "oficina de reinserción de etarras"; que si se está dejando de lado a las víctimas; que si Rubalcaba se apunta en solitario o no a los logros de la lucha antiterrorista; que si Rajoy tiende a extremar la prudencia en relación con este asunto porque según el decir de las encuestas será él quien tendrá que gestionar el final de la banda terrorista, etc, etc. Todos estos enfoques y otros que podríamos añadir están dictados por la novedad que nació el pasado 20 de octubre tras el comunicado de la ETA y, sin, duda, son actuales.

  Cosa diferente, a mi entender, es que deban ocupar el centro del escenario de la campaña electoral cuando estamos a horas de conocer el resultado de la última Encuesta de Población Activa de este año. Una EPA que nos traerá la noticia -mala noticia- de la tasa de paro. La última conocida, la del mes de julio, fue terrorífica: 4.833.700 ciudadanos estaban sin empleo. El 20,89 por ciento de la población activa. Un drama. El primer problema que tiene España. De eso deberían estar hablando los candidatos. De cómo salir del cráter y qué soluciones tienen para evitar que la cosa vaya a peor. Lo demás puede esperar.