De la generación perdida

27/07/2012 - 17:43 Redacción

La crisis económica, con su estela de paro, sigue empujando a los españoles a emigrar. Lo que hace unos años era un país de acogida se ha convertido en exportador de talentos y mano de obra. Y cada vez, con mayor fuerza. En el primer semestre de este año, 40.625 españoles salieron rumbo al extranjero, un 44,2% más que en la primera mitad del año pasado. La crisis económica sigue pasando factura a las cifras demográficas, según las cifras divulgadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Así, se desprende que las salidas de ciudadanos españoles y extranjeros (269.515 entre enero y junio) superan con creces a las llegadas (195.539). Guadalajara no es una excepción y si hace años la creación de empleo la convertía en una de las provincias limítrofes de Madrid con crecimientos más acusados, hoy la situación es la contraria. De hecho, la provincia registró un saldo negativo de 232 personas en el primer semestre del año, siguiendo una tendencia que comenzó en 2011 con un primer saldo negativo (118 personas menos). En 2010, por el contrario, el saldo era positivo (281), aunque mucho menor que el del año anterior, 2009, con una ganancia de 917 personas. Desde finales de 2007 hasta 2010 la mala situación económica que se vivía en nuestro país afectó sobre todo a los extranjeros pero a partir de esa fecha, también a los españoles. Ahora, los jóvenes, ven que no hay un cambio de ciclo y sienten gran incertidumbre, por eso se decantan por viajar fuera del país en busca de un futuro mejor. La falta de horizonte es una razón para hacer la maleta tanto para españoles como para extranjeros, pero tira también a la baja de la inmigración lo que está provocando un cambio poblacional: no solo aumentan las salidas, sino que también se reducen las llegadas. Y lo peor es que la pérdida de capital humano, que también es capital económico. Hemos pasado de hablar de la generación perdida a perder toda una generación.