De la información a la propaganda

29/03/2011 - 00:00 Julia Navarro

    Las asociaciones de periodistas ¡por fin! han decidido poner los puntos sobre las "íes" a los políticos que pretenden, todos, imponernos unas normas para cubrir sus campañas electorales. El problema viene de lejos, y sin duda los periodistas, o mejor dicho algunos "jefes" de periodistas que pasaron por el aro son también culpables de la situación a la que se ha llegado, que a saber consiste en que los partidos políticos son los que envían a las teles sus señales en mítines y demás actos, de manera que al final los telespectadores ven lo que los partidos quieren que vean.
   También en el pasado se aceptó algo, a mi juicio, más que discutible, que fue que en las televisiones públicas se dedicara a los partidos un espacio proporcional a los votos obtenidos. Ahora, ese nefasto acuerdo se quiere también imponer a las televisiones privadas y ahí es donde han saltado las señales de alarma. Verán, el periodismo es otra cosa. Son los periodistas los que deben de valorar las noticias, sea en campaña electoral o en mitad de la legislatura, tanto da. Y valorar un acto de un partido pasa por decidir dedicarle un minuto, dos o ninguno, todo depende de si hay noticia o no, porque lo demás es propaganda. Y eso es lo que a los partidos les gusta, la propaganda, es el terreno en el que más tranquilos y felices se sienten. Así, resulta que en campaña electoral más que periodismo a las televisiones se las obliga a la propaganda, se las dicta el tiempo que tienen que dedicar a cada partido y además el partido en cuestión le envía las imágenes que deben de emitir. Si eso es libertad de prensa esto es Marte. Lo peor es que los periodistas hemos mantenido un silencio inadmisible durante demasiado tiempo, y han sido pocas, muy pocas, las voces que han criticado esta situación.
   Me temo que a pesar de las protestas de las organizaciones de periodistas los políticos, avalados por la Junta Electoral Central, se van a mantener inalterables en su posición. La libertad de prensa es para ellos un inconveniente aunque, naturalmente, digan lo contrario. Les aseguro que después de más de treinta años dedicada al periodismo no conozco a ningún político que no prefiera la propaganda. En cualquier caso, ya era hora de que, aunque sea tímidamente, los periodistas empecemos a decir que la libertad de información pasa porque los periodistas y los medios decidan que es noticia y por tanto cómo dan, o no dan, esa noticia. Y eso debería de ser así, tanto en los medios públicos como privados, por más que los medios públicos tengan que prestar atención a todos los partidos. Me atrevo a expresar un deseo, y es que además de protestar, las asociaciones profesionales con el apoyo de los medios den un paso más para intentar acabar con esta dictadura de los partidos sobre los medios de comunicación en campaña electoral. "