De las palabras a los hechos

20/08/2011 - 00:00 Redacción

 
Los vecinos de la comarca de Molina de Aragón están esperando que las obras del Parador Nacional de Molina comiencen ya, sin más demora. A principios de mayo las noticias procedentes del Consejo de Ministros parecían prometedoras, ya que autorizó la inversión de 29,7 millones de euros necesaria para construirlo. Días antes Barreda anunció que se daría luz verde a la encomienda de las obras a Tragsa. El anuncio se realizaba a escasas semanas de las municipales. Sin embargo, los vecinos de la comarca no perdieron la ocasión para expresar su satisfacción, a través de la Coordinadora de Asociaciones de la Comarca de Molina. Han pasado tres largos meses, las obras no han empezado como se prometió, porque ningún ciudadano cayó en la cuenta de que faltaba un nuevo trámite administrativo. Nuevamente se aproximan los comicios nacionales y se produce la encomienda real a la empresa pública, esa que parecía que ya estaba otorgada. Entre trámite y trámite llegará noviembre y estará por ver si para entonces habrá pasado una sola máquina por el paraje de Piedras de Santa Librada, donde se emplazará. Será, entonces, el Gobierno entrante el que tendrá la responsabilidad de gastar nada más y nada menos que 27,7 millones de euros en plena crisis y sobre el que recaerá toda la culpa de su paralización o del retraso acumulado. Todos los molineses esperan ahora que las obras comiencen de inmediato, ya que, de este modo, se pondrá de manifiesto la voluntad real del Gobierno de España en trabajar para el despegue de la comarca, más allá de estrategias políticas. De lo contrario, se podrá decir que la decisión ha sido ajustada al calendario electoral. Y no les cogerá de sorpresa. La promesa realizada por el mismísimo Zapatero en el mitin electoral que ofreció en el Centro San José en la campaña de 2008 de convertir la N-211 en autovía, entre las localidades de Alcolea del Pinar y Monreal del Campo, ha caído en saco roto.