De penalti injusto

27/02/2021 - 09:51 Antonio Yagüe

Es curioso que Castilla-La Mancha, donde se han censado tres manadas en la sierra de Guadalajara, inclinara en el último minuto la balanza con su voto a favor de la declaración del lobo como especie protegida.

Pablo Hernández Coronado fue uno de los brillantes talentos que han pasado por el fútbol español. En 1955 publicó un libro titulado ‘Cosas del fútbol’ que, aparte de rezumar un fino humor, era un verdadero tratado filosófico para dirigentes del balompié. Es el autor de la frase: “Quiero que ganemos en el último minuto y de penalti injusto”.

Hoy es el lema que se ha impuesto en la praxis política: “Lo importante es ganar”. Añadir “como sea”, se silencia públicamente, pero va en el manual de uso de cada equipo. Y tiene cada vez más seguidores. Basta echar un vistazo a las redes sociales en elecciones, después, o durante enrevesadas negociaciones y pactos hasta con el Diablo, que “cuando no tiene nada que hacer, con el rabo mata moscas” asegura el refrán.

Digo esto pensando en la reciente votación celebrada en el Ministerio de Transición Ecológica que aprobó prohibir la caza del lobo gracias al voto del Gobierno y de comunidades como Canarias, Baleares o Melilla donde no hay lobos. El 95% de ellos vive en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria que, obviamente, votaron en contra. Como es lógico, la medida fue ampliamente aplaudida por un público, pretendidamente conservacionista, que no tiene ni idea de lo que supone.

Es curioso que Castilla-La Mancha, donde se han censado tres manadas en la sierra de Guadalajara, inclinara en el último minuto la balanza con su voto a favor de la declaración del lobo como especie protegida. La sempiterna polémica suma y sigue. Los ganaderos afectados andan que trinan, mientras los políticos la defienden en aras a la biodiversidad y para acabar con el andar a tiro limpio por los montes.

A la espera del partido de vuelta en campo del Ministerio de Agricultura, queda claro que la protección del lobo se ha convertido en un juego político antes que en un debate técnico-científico. La promesa de acabar con la fiera catapultó al socialista Adrián Barbón a la presidencia de Asturias. Su correligionario Emiliano García-Page tiene sobrada y ganada fama de astuto. Perder cuatro votos rurales le supondrá casi nada.