Déficit educativo

01/10/2010 - 09:45 Hemeroteca

El plan para reducir la tasa de abandono escolar acordado por el Gobierno central y las comunidades autónomas sitúa el centro de atención de las instituciones en uno de los puntos débiles del entramado educativo español que afecta a todas las regiones, aunque algunas hayan logrado aproximarse a los promedios europeos más favorables. Las raíces de la renuncia de los estudiantes a proseguir con su aprendizaje una vez superada las enseñanza obligatoria son múltiples y conciernen al ámbito familiar, pero también al empresarial y al propiamente educativo.
El déficit que supone duplicar las cifras de la UE y la prioridad que la propia crisis está concediendo a un cambio de nuestro patrón económico, basado más en la productividad y la cualificación, ha de aminorarse con un esfuerzo compartido que, entre otras medidas, revalorice las titulaciones para acceder a un empleo y permita reengancharse al sistema a quienes se han apartado del mismo. Pero paliar el abandono escolar precisa también de un mayor compromiso de padres y educadores en la difícil tarea de remover los obstáculos que fuerzan la salida de los alumnos que no quisieran hacerlo y animar el interés de quienes están tentados de dejarlo voluntariamente.