
Del Nutscaping
06/11/2015 - 23:00
Me gustaría hoy hablar de un mundo del que casi no conozco nada, pero que es un mundo apasionante; el mundo de la fotografía. Campo este que como todos en la vida, ha sufrido una auténtica revolución al entrar en la era digital. Revolución que ha traído modas nuevas como la del selfie o alguna variante más de la que me gustaría profundizar.
La variante en cuestión, la he descubierto por casualidad, al informarme un familiar que por allí reside de que se iba a producir en Alaska la primera exposición de la misma. Al principio pensé que mi prima me vacilaba, pero he comprobado que no es así. Se conoce como Nutscaping y consiste ni más ni menos ni menos ni más, que en hacerse una foto frente a un paisaje (hasta ahí todo normal), pero de tal modo que aparezcan un par de curiosos y normalmente peludos personajillos en la parte superior de la misma. Si has pensado que esos personajillos son tus testículos, por increíble que parezca, has acertado de pleno.
La forma de proceder es la siguiente.
Primero: Se busca un espectacular paisaje. Da igual que sea el Ocejón nevado, el Embalse, digo el Desierto de Entrepeñas o Granada desde el mirador de San Cristóbal.
Segundo: Enfocas la foto.
Terecero: Te bajas los pantalones, calzones, bragueros y demás elementos cobertorios que portases.
Cuarto: Haces la foto en tan inverosímil postura. Poniendo eso sí, sumo cuidado en que en medio de ambos, no se cuele un tercer invitado en la misma.
La exposición está dividida, no ya por los tipos de paisajes, todos ellos coronados por supuesto; sino en función de si está realizada de atrás adelante, de adelante a atrás o si es necesaria la ayuda de otras personas para tomar la foto.
Supongo que ante esto, la industria, ávida de nuevos nichos de mercado, sacará pronto algún dispositivo para facilitar la labor.
A mí se me ocurre sin ir más lejos una silla del modo de la legendaria sedia stercoraria.
Para quien no lo conozca, esta silla, que se puede ver en el Vaticano, fue usada por la Iglesia Católica para comprobar el sexo de los Papas. Todo ello después de que la Papisa Juana (Benedicto III), se pusiera de parto en plena procesión. Así el elegido se sentaba, se aligeraba de ropa y por un lateral de la misma, un médico metía la mano y hacía una palpación de los santos atributos, para decir aquello de: Duos habet et bene pendentes o lo que es lo mismo tiene dos y cuelgan bien.
Sin embargo creo, que sería más sencillo y por tanto tendría más facilidad de venta un dispositivo, similar al del selfie. Desconozco si al final triunfaría con el nombre inglés Nutscaping Sticks o con su acepción en español Palo de los Cojones, con perdón.
Que la fuerza os acompañe.
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