Democracia para el Magreb

16/01/2011 - 00:00 Pedro Calvo

El cambio en Túnez no ha hecho nada más que empezar y la huída del presidente Ben Alí no ha traído la formación inmediata de un gobierno provisional para establecer mediante elecciones libres la democracia, aunque parece que esto ocurrirá enseguida, tras la asunción de la presidencia por el presidente del parlamento y no por el jefe del Gobierno de la dictadura. No asumible por el pueblo revolucionario. Se ve que cada cambio es distinto, si nos acordamos, por ejemplo, del final de las dictaduras de España y de Portugal. Un buen encauzamiento de la revuelta, no sé si llamarla ya revolución, de Túnez puede ser la pauta para una sucesión de cambios en el resto de países del Magreb, todos ellos dictaduras más o menos encubiertas. La Unión Europea puede jugar un papel importante en esa transformación regional hacia la democracia si se decide a dejarse de ambigüedades y de posturas acomodaticias con intereses económicos y pseudoestratégicos, como ocurre con España respecto de Marruecos, el vecino más cercano que ahí tenemos. Hace falta más determinación y más coraje de lo acostumbrado. La lección de los acontecimientos que estamos viviendo en estos instantes debería ser precisamente la de ser exigentes con la necesidad de esas transformaciones y de que las grandes democracias sitúen en el primer lugar de sus inquietudes el cumplimiento de los compromisos históricos de los padres y fundadores de la Europa unida, pues lo contrario nos conduce inexorablemente a una traición a los viejos ideales y a una consagración de Europa como sindicato de puros intereses económicos al margen de todo lo demás. El Magreb y todos los países del norte de África esperan ya demasiados años a que se instale en el poder la libre voluntad de sus pueblos, algo que hasta ahora no se ha producido, ni con revoluciones previas ni sin ellas. Quizá esta sea la gran ocasión, cuando vemos que el pueblo tunecino y sus jóvenes han sabido echarse a la calle, con no pocos sacrificios, incluso de sus vidas, para lograr ese objetivo. Veo en una foto esta pancarta: "I have a dream: une Tunisie libre". Pues eso.