Desafío femenino
01/10/2010 - 09:45
Anfiteatro
Las grandes hazañas del montañismo constituyen un relato de riesgos casi inhumanos, de sacrificios en ocasiones difícilmente comprensibles y de marcas sólo al alcance de un puñado de elegidos. Ninguna mujer ha logrado aún hollar las 14 cimas de más de 8.000 metros del planeta, un objetivo tan exigente que apenas lo ha alcanzado un docena de alpinistas masculinos.
De ahí que el nuevo ochomil coronado por Edurne Pasaban el Manaslu, en la cordillera del Himalaya, suma el undécimo de su brillante carrera- suponga, por sí mismo, una victoria del tesón y el afán de superación de la montañera guipuzcoana, aspirante ya firme a incorporarse a una leyenda reservada hasta la fecha sólo a los hombres. Como tantas otras pioneras, Pasaban ha demostrado que es posible acceder a terrenos tradicionalmente vedados a las mujeres, haciendo compatible la feminidad con la dureza de un desafío como el que supone la práctica del montañismo de élite.