Despropósito
01/10/2010 - 09:45
Apuntes
La absolución de 16 acusados de quemar fotos del Rey en septiembre de 2007 puso de manifiesto ayer el reprobable despropósito en que ha acabado convirtiéndose una causa destinada inicialmente a dilucidar si los encausados habían cometido o no injurias a la Corona.
Porque resulta incomprensible no sólo que el fiscal decidiera en el último momento rebajar la calificación penal de los hechos, tratándolos como una expresión de desórdenes públicos sancionable con una multa, cuando los propios imputados se personaron en la sala de vistas de la Audiencia Nacional ataviados con camisetas con el lema ¡Yo también quemo la Corona española!. Aún lo es más que lo hiciera, tras haber sostenido el procedimiento durante meses, a sabiendas de que la Audiencia sólo puede enjuiciar delitos y no meras faltas, una incompetencia que tuvo que ser expresamente recordada por el magistrado para explicar la absolución. Cabe cuestionar por tanto que la sentencia, coreada por los encausados, haya respondido realmente a los parámetros de respeto a la legalidad que, con independencia del resultado final, deben definir la actuación de la Justicia.