Deudas en los ayuntamientos
01/10/2010 - 09:45
EDITORIAL
El Ministerio de Economía y Hacienda publicó por primera vez esta semana los datos de la deuda viva o bancaria de las entidades locales del país, dando como resultado que el conjunto debía a finales del pasado año, 32.030 millones de euros 26.000 de ellos corresponden a los Ayuntamientos, el resto a Diputaciones, Cabildos y Consejos insulares, lo que supone una media por habitante de 566 euros.
En la provincia de Guadalajara, esa cifra desciende hasta los 251 euros por habitante la deuda es de 59 millones y aunque el 71 por ciento de los Ayuntamientos guadalajareños no tienen ninguna deuda con bancos o cajas de ahorro (es decir, 205 de los 288 municipios tienen sus cuentas saldadas), hay localidades donde el saldo es negativo. Entre ellas Guadalajara capital, con un total de 28,1 millones de euros de deuda, 346 por habitante y Azuqueca, con 8,2 millones de euros, lo que supone 268 por habitante.
Pero más interesante que el análisis puro de las cifras se encuentra el hecho de que este informe ponga sobre la mesa, una vez más, la urgente necesidad de reformar el sistema de financiación local, más todavía en un momento en que la crisis del sector inmobiliario ha secado las caudalosas fuentes de ingresos de las que ha estado bebiendo la mayoría de los ayuntamientos. Que tras una etapa de abundantes ingresos el endeudamiento alcance estos niveles supone un negro presagio para las arcas municipales en estos tiempos de crisis. Lo mejor para no marear más la perdiz es abordar el nuevo modelo de financiación del Estado, donde se encuentran los gobiernos central autonómico y local, un modelo que no puede demorarse por más tiempo si no queremos que la situación de muchos ayuntamientos sean irrecuperables.
Pero más interesante que el análisis puro de las cifras se encuentra el hecho de que este informe ponga sobre la mesa, una vez más, la urgente necesidad de reformar el sistema de financiación local, más todavía en un momento en que la crisis del sector inmobiliario ha secado las caudalosas fuentes de ingresos de las que ha estado bebiendo la mayoría de los ayuntamientos. Que tras una etapa de abundantes ingresos el endeudamiento alcance estos niveles supone un negro presagio para las arcas municipales en estos tiempos de crisis. Lo mejor para no marear más la perdiz es abordar el nuevo modelo de financiación del Estado, donde se encuentran los gobiernos central autonómico y local, un modelo que no puede demorarse por más tiempo si no queremos que la situación de muchos ayuntamientos sean irrecuperables.