Día de la Mujer

Nunca nos ha gustado mucho que haya un día dedicado a algo pues todos han de tener en consideración la causa o el objetivo a lograr, pero cierto es que poner el foco de atención en un momento concreto ayuda a visibilizar el tema, valorar el momento presente y poner el acento en lo pendiente por conseguir. En el caso del 8M son evidentes los éxitos conseguidos en la construcción de una sociedad cada vez más igualitaria, con mayor presencia de las mujeres en todas las áreas de la vida pública y sobre todo con algo muy relevante, que es el que haya dejado de ser noticia que presidan un gobierno, una empresa, arbitren un partido de fútbol... Es lo normal y así lo percibe la sociedad en su conjunto, al menos en lo que a España y la cultura occidental se refiere.
  Hasta aquí bien. Los pasos dados, desde que hace ahora 50 años no sea necesario el permiso del marido para múltiples gestiones, son evidentes, pero no cabe la autocomplacencia porque el camino sigue siendo largo. En el mundo de la ciencia y la investigación, en los altos cargos de las empresas hay menos mujeres y es que llega un momento en la trayectoria profesional en las que se ven más frenadas por el cuidado de los hijos, los padres o algún familiar dependiente. Siguen asumiendo mayoritariamente ese rol renunciando, en mayor grado, a su posible promoción o ascenso. Las políticas de conciliación con el permiso obligatorio de paternidad, los planes corresponsables… son medidas que buscan facilitar, pero no es fácil, en parte porque socialmente se sigue viendo como más natural que esta función la compatibilice la mujer. 
 Educación desde el colegio y los institutos para crecer y formarse en una relación de igualdad, lucha sin cuartel contra la violencia de género y unidad institucional para avanzar en materia legislativa y estratégica- también con agentes sociales y ciudadanía- son los cauces para seguir construyendo entre todos una igualdad justa. Celebremos el 8-M todos juntos.